Título: Fiebre
Título original: Fever
Autora: Lauren Destefano
Editorial: Puck
Páginas: 351
Edición: Tapa blanda con solapas
Precio: 15 euros
En el anterior dejamos a Rhine y Gabriel, que habían huido juntos de la mansión Vaughn. Rhine tiene intención de volver a su casa en Manhattan con su hermano Rowen. Si recordamos que se encuentra en Florida, sabemos que hay una buena distancia y que le espera un señor viaje. En este segundo libro veremos que, nada más dejar la lanchita que "tomaron prestada", serán capturados por unos chavales que trabajan para la madame de un prostíbulo. Rhine será obligada a quedarse en ese lugar si quiere salvar la vida de Gabriel. En principio la Madame no la obliga a entregarse a nadie, pero sí a vestirse con ropa que deja poco a la imaginación y a ser observada en todo momento por los clientes, que quieren ver chicha, incluso cuando se pone romántica con Gabriel. A este le va suministrando una droga para que le sea imposible escapar, por el mono, y con ello tampoco Rhine escape. Sin embargo, cuenta con la ayuda de Lila, una de las prostitutas, que tiene una niña pequeña, muda y con una deformidad en la pierna, llamada Loquilla. Lila está liada con uno de los guardianes del prostíbulo, con quien quiere escapar para darle una vida mejor a su niña, a quien la Madame quiere matar, ya que no la soporta. La vida en el prostíbulo es muy dura, y eso que Rhine no tiene que ser sobeteada ni violada por nadie. Cada día le administran drogas que anulan su voluntad, pero todo eso será hasta que la Madame le tiende una trampa y trata de venderla al mejor postor. Lila, su novio y Gabriel consiguen evitarlo e inmediatamente el grupo (Rhine, Gabriel, Lila, el chico y Loquilla) se disponen a escapar. Antes de conseguir salir del recinto vallado, Rhine escucha una voz conocida: El amo Vaughn la ha encontrado. En medio de la confusión y en una escena de mucha tensión, Rhine y Gabriel consiguen saltar la valla mientras el novio ha apagado la corriente que la mantiene electrificada. Lila consigue pasarles a Loquilla, pero cuando le llega el turno la electricidad vuelve y deja a su pequeña en manos de la pareja, que huye de allí desesperada.
A partir de aquí, hay bastantes spoilers.
Pero la historia no acaba aquí. Se meten en la parte trasera de un camión de reparto que les aleja del lugar. Llegan a un restaurante de carretera, donde el matrimonio que lo lleva les da cobijo durante la noche. Sin embargo, un incidente hace que tengan que abandonar el lugar antes de lo previsto, pero ahora tienen algo de dinero, suficiente para comprar tres billetes de autobús a Manhattan. Rhine no cabe en sí de la felicidad cuando por fin llega a su barrio... pero toda esa felicidad se trunca cuando llega a su casa y solo encuentra las ruinas de lo que un día fue. Rowan no está, y antes de irse debió prenderle fuego. Sin tener a donde ir, recuerdan una pequeña pista que hay en un cuento infantil de Loquilla, donde figura una dirección no muy lejos de allí. En esa dirección hay un orfanato. La dueña conoce el cuento y la niña a la que perteneció, y, enternecida, les da cobijo. Durante su estancia, Rhine empieza a encontrarse mal y a empeorar día a día. Tiene los síntomas de una gripe, pero en el fondo sabe que no lo es. Que se está muriendo. Recordemos que las mujeres mueren a los 20 años por el virus que asoló la población mundial, pero Rhine tiene 17, aun le falta. Una mañana, mientras la chica descansa en las escaleras que dan a la calle, aparece una limusina de la que Vaughn se apea. Su suegro confirma sus temores, y lo que tiene le causará la muerte ya que es algo que le ha sido administrado mientras estuvo viviendo en la mansión. Las amenazas de Vaughn y la poca voluntad que Rhine tiene en ese momento (debido a su malestar) surten efecto y la muchacha se sube voluntariamente en el vehículo, de vuelta al infierno. Pero esta vez, sola.
Siguen los spoilers.
En la mansión las cosas han cambiado. La pequeña Deirdre ahora es un sujeto de experimentos del cruel Vaughn, al igual que otras niñas de corta edad. No tardamos en confirmar lo que sospechabamos desde el primer libro: Vaughn es un monstruo sin escrúpulos, obsesionado por sus avances científicos, caiga quien caiga y a costa de quien sea. Y esta vez, veremos de nuevo a Cecilia, totalmente cambiada. Ya no es la niña caprichosa del primer libro. Esta vez quiere ayudar. Gracias a ella Linden al fin abrirá los ojos con respecto a su padre.
A partir de aquí no contaré nada más. Esto último no es el final. El final es el cambio de Linden, que tendréis que leer si queréis saber más, y, sobre todo, el toque final. La última página, que deja este libro totalmente abierto y de lo más interesante. Es solo un pequeño detalle, pero suficiente.
Soy consciente de la cantidad de spoilers que he metido, aunque en mi defensa diré que avisé a tiempo. El argumento oficial del libro solo hablaba del prostíbulo, de modo que el lector podría pensar erroneamente que toda la trama del libro trascurre ahí. Y no. Pero hay mucho más de lo que he contado, el libro es un constante ir y venir de acontecimientos, tiene un ritmo trepidante que no decae en ningún momento.
Si algo se puede destacar sobre todas las cosas, es la sensación de horror, de horror ante el mundo que se nos presenta, en donde el virus mortal es lo menos malo. Lo peor es la gente, gente entre la que hay personas de la primera generación o bien aprovechandose de los jóvenes, o bien que han perdido a su hijo y les ha sumido en una profunda depresión. A pesar de todo, es el mundo en el que les ha tocado vivir y hay que apechugar con ello. Aquí, el que no corre, vuela. Hay que tener ojos en todas partes ya que en cualquier parte puede haber un malnacido esperando su oportunidad.
En este libro se nos destapa la auténtica personalidad de Vaughn. Sabíamos que era un científico obsesionado por la cura, pero es algo más. Es un monstruo, simple y llanamente. Para encontrar la cura de la enfermedad mortal, es capaz de auténticas barbaridades, atrocidades a las que asistiremos con horror.
Linden, que en el anterior libro era poco más que un títere, un chico engañado por su padre, aquí parece que despierta. Queda ver, en el tercer libro, cual será su forma de actuar cuando toda esa información nueva haya macerado en su cerebro.
Cecilia ha cambiado, para mejor. Ya no es una niña, y parece arrepentida de todo lo que pasó en el primer libro por su culpa.
Rhine es la misma chica que conocimos, con su valentía, dispuesta a lo que sea por recuperar su vida. Soporta con mucha entereza todo lo que Vaughn le hace, no decae en ningún momento.
Gabriel sigue siendo el mismo. Un chaval con poca sustancia para mi gusto, apenas tiene personalidad. Es comprensible ya que todo esto es nuevo para él, pero eso no le excusa. A veces da la impresión de que es un espectador más que el amorcito de la protagonista.
Portada del tercer libro, aun sin publicar
En definitiva, un libro muy bueno, mejor que su predecesor. Pero muy crudo. Es lo más parecido a Los juegos del hambre que he leído, por su crudeza, dureza y fuerte protagonista femenina. No le llega a LJDH, pero hasta ahora, es la distopía más parecida que he encontrado. Mucho más que Divergente, por ejemplo.
El siguiente libro aún no ha sido publicado ni siquiera en EEUU, y a España supongo que llegará en octubre-noviembre de 2013. Para ir calmando el mono podemos cotillear el Facebook de la saga (en inglés). Parece ser que habrá un libro más bajo el punto de vista de Rose, aunque no se si será un cuarto volumen o un especial. Ya se verá.
Aquí los contenidos del libro:
Amor/Amistad: 6
Elementos fantásticos/Futuristas: 7
Acción/Aventura: 10
Intriga/Misterio: 9
Y mi puntuación general es de: 9 (El personaje de Gabriel podría haber estado mejor).
Próxima reseña: Monster High (Tetralogía)
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