Título: Los días que nos separan
Autora: Laia Soler
Editorial: Plataforma Neo
Páginas: 441
Edición: Tapa blanda con solapas
En el libro se nos cuenta la historia de Abril, una jovencita de nuestro tiempo, cuya visita a la biblioteca y su encuentro allí con un chico que quiere el mismo libro que ella -Peter Pan- harán que desde ese momento empiece a tener unos misteriosos sueños, en donde ella misma es una chica de 1914 llamada Marina. En esos sueños también aparece el chico de la biblioteca, que vive en el mismo edificio que ella y con el que se encontrará en numerosas ocasiones. Es la historia de Marina, y de Abril, al mismo tiempo.
Cuando vi la sinopsis oficial del libro, se me vino una palabra a la mente, y la palabra es reencarnación. Por ese motivo me dije que el libro iba a ser bastante previsible, si ya ni desde la sinopsis nos lo ocultaban. Pero menos mal que decidi darle una oportunidad al libro. Porque vale, en ese sentido es previsible, pero es que no nos están contando una historia de misterio en la que la reencarnación sea la clave de todo. El lector se lo imagina, pero en ningún momento han pretendido que fuera una sorpresa. La sorpresa no es lo que pasa, sino como pasa. El libro en sí, es la sorpresa.
¿Por qué digo esto? Porque el libro está narrado con cariño, está hecho con amor, y así se lo dije a Laia el día de la presentación. Que se notaba. O al menos, yo lo noto, tengo esa sensibilidad, y no me es igual leer un libro que ha sido hecho, cuidado, mimado, tratado con amor, que el libro tropecientosmil de la autora que los saca como churros. No sé si se me entiende (Yo me entiendo xD). El caso es que se lo dije a Laia y me dio la razón. El libro lleva cariño en cada una de sus páginas. El que Laia sea una autora novel no tiene nada que ver en esto, por poner un ejemplo en los libros de Laura Gallego noto también ese amor y esa dedicación. Pero hay autores y autoras en las que no se nota. Suele coincidir que son los que llevan ya muchos años en esto y sacan libros casi mecánicamente. Por eso digo: Laia, sigue así, si mantienes ese amor por las letras, por la palabra escrita, te auguro un buen futuro.
El libro, por si a alguien no le ha quedado claro a estas alturas, es una historia de amor. Es, fundamentalmente, la historia de Abril, que en sus sueños vive la historia de Marina. Son unos sueños muy vívidos, muy reales, que ocupan la mayor parte de la novela. Es decir, la novela es en su mayoría la historia de Marina, una chica de clase humilde, con un padre bastante autoritario al que le gusta darse "al bebercio", una madre lisiada, un hermano mayor y dos hermanas pequeñas a las que cuidar y mantener. Les cuesta mucho llegar a fin de mes, son pobres. En el mismo edificio está la familia rica, los Altarriba, familia a la cual pertenece Víctor. Se encuentran por casualidad y se caen fatal, pero poco después Marina es contratada para cuidar a los pequeños de la familia, por lo que tendrá que ver a Víctor a diario. No le hace demasiada gracia, pero no se puede dar el lujo de rechazar un trabajo, necesitan comer. Así poco a poco vemos como la pareja empieza a llevarse mejor, y empieza a nacer algo entre ellos. Pero, (siempre tiene que haber un pero), él está prometido, y ella jamás tendría el valor ni de ser "la otra" ni de trepar a la clase alta de ese modo. En ese sentido podemos ver un pequeño guiño a Orgullo y Prejuicio, al igual que en casi toda la novela hay referencias constantes a Peter Pan.
Mi libro, con espejito y marcapáginas a juego *_*
La historia de Abril no es como la de Marina. Abril es una universitaria actual, que vive con su madre y su hermano pequeño. Su padre apenas para por la casa, a lo largo de la novela sabremos qué es exactamente lo que pasa con él. Sin embargo, todo eso queda en un segundo plano, porque sus preocupaciones son sus sueños. Está obsesionada con ellos, y se lo cuenta a su mejor amigo, Héctor, quien le aconsejará lo mejor que sabe. Aparte, Abril se las ingenia para poder ver al chico misterioso, y las notitas jugarán un papel importante en su relación. El chico se llama Leo, y poco más vamos a saber de él, ya que, como bien nos explicó Laia en la presentación, no quería que el lector o lectora conociera a Leo y simpatizara con él, no quería que se formara un Team Leo/Team Víctor. Ella quería que todas nos enamoraramos de Víctor, única y exclusivamente, y por eso apenas sabremos nada de Leo. Me gusta esa teoría, bien pensado, sí señora.
Mención aparte, el trabajo de documentación que se tomó Laia. Se informó de cómo era la Barcelona de 1914, de los edificios que había, del parque de atracciones que había en ese tiempo, incluso de lo que ponían en el cine, ya que Marina y Víctor pasan por allí. Un 10 para ella.
El estilo de Laia es muy bonito, como dije al principio, se nota el cariño. Y es ese estilo cariñoso el que convence al lector para seguir leyendo, ya que la historia en sí puede parecer predecible. Sabemos que posiblemente Abril sea la reencarnación de Marina y Leo la de Víctor... pero, ¿y qué? Laia nos invita a que descubramos qué más nos pueden ofrecer sus historias. Sabemos que es poco probable que haya un Happy Ending para la pareja de 1914... pero sin embargo, entre líneas Laia nos dice Sigue leyendo, deja que el libro te lleve, no te va a defraudar. Y vaya si lo cumple. La historia de Marina y Víctor no puede acabar felizmente, la propia lógica nos lo dice, pero tampoco es cruel. La historia de Marina necesita de la historia de Abril para completarse, y Laia nos la brinda de una manera impecable.
La dedicatoria de Laia. Super maja ella!
Y la presentación, muy entretenida. Llegué casi con una hora de antelación y los sitios habían volado!! Menos mal que mi hermana y Siria me habían guardado uno, porque madre mía, como estaba aquello. Según contaron, tanto Laia como el resto del equipo de Neo estaban alucinados de que se hubiera llenado y de toda la gente que había venido. ¿Deduzco que en Barcelona había poca gente? No se... pero si es así, qué pena >.< Mención especial a un señor que estaba allí, al que por lo visto los asistentes le habían despertado de su plácida siesta, y que le hizo a Laia una pregunta que... que... ¿qué rayos le preguntó? Porque no se entendía nada. Y no porque no supiera hablar o tuviera acento (que lo tenía, de Madrid, ejjjjjque) sino porque empezó a hablar de sueños y de no sé que porras, y nadie sabía a donde quería llegar. Pero Laia aguantó la compostura como una campeona y le contestó. El señor le auguró un futuro prometedor antes de irse a mitad de la presentación (Que no parecía que le interesara mucho). Dani Ojeda amenizó mucho la charla, la hizo muy amena y simpática, como ya lo hiciera en su día con la de Stephanie Perkins. Y Laia nos habló de cómo surgio la idea en su cabeza, de que escribió el capítulo final en una clase de la facultad en la que el profe empezaba a divagar, nos contó también que pensaba ambientar la historia en Londres pero finalmente lo hizo en Barcelona, el hecho de meter una pareja de gays, que no quiso explicar nada en el libro al respecto porque eso es algo natural y lo natural no necesita explicación ni florituras (Ole tú! Me encantó eso). Nos contó una curiosidad sobre el personaje de Emilia, la portera. La gente le había dicho que la portera se pasaba de cotilla, pero al parecer las porteras, por ley, debían estar informadas de todo lo que pasaba en el edificio, porque si había algún crimen ella debía soltar a la policía quien sale, quien entra, horas, y todo eso. Si luego aderezamos que las mujeres tendemos a ser cotillas, pues suma y ahí tienes a la Emilia.
Encima de la mesa había marcapáginas, tanto de esta novela como de Lola y el chico de al lado (Que, si mis cálculos no fallan, debería haber salido esta semana a la venta) para que los asistentes cogieran los que quisieran. Cuando la charla hubo terminado, regalaron espejitos de Lola a los que estabamos en la cola para las firmas, todo un detalle por parte de Neo.
En definitiva, una novela preciosa, en la que se respira el cariño con el que fue hecha. Dos tramas bien hiladas, pensadas para convertirse en una sola. Algo predecible en algunos aspectos, pero no importa en absoluto. Esta novela ha sido la ganadora del premio, y se lo merece. La recomiendo sin duda a todos los que me leéis, y a todos los que disfruten con una historia de amor que se cuece a fuego lento, una historia tranquila y llena de matices.
Nota general: 9/10
Próxima reseña: Hija de humo y hueso
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