Ex libris, de Sandra Andrés Belenguer

Hola de nuevo! ¿Habéis visto qué lavado de cara le he dado al blog? Llevaba ya muchos meses con la cabecera de las calabazas, que, particularmente me gusta mucho y alguien me lo había dicho también, pero ya sabéis lo que se dice: Renovarse o morir! Quería poner cabecera de algún clásico infantil-juvenil de esos que conoce todo el mundo, y, tras varias horas peleandome con internet y mi editor de imágenes, que decidía colgarse cada dos por tres (Aunque fue todo un detalle que no lo hiciera justo en ese momento en el que le iba a dar a guardar, ya me lo ha hecho otras veces y al menos hoy se ha portado), y de que mis ideas iniciales cayeran en saco roto por no encontrar nada decente, puedo anunciar con orgullo la llegada de Peter Pan a la cabecera! Va a quedarse unos cuantos meses ahí ^_^ espero que os guste. Y he añadido la barrita izquierda, donde he puesto algunas chuminaditas, como banners de mis sagas favoritas o de las típicas elecciones que hacemos las lectoras antes triángulos amorosos, jajaja. En algunas sagas no me decido y directamente soy fan de los dos maromos, como en la de los feos, Delirium o Los juegos del hambre xD

Y estoooo, corramos un (es)tupido velo sobre el anterior párrafo. Vamos a la reseña de hoy:

Título: Ex Libris

Autora: Sandra Andrés Belenguer

Editorial: Everest

Págians: 450

Precio: 14,95 euros

Edición: Tapa blanda con solapas

Lo primero que diré es que la portada, que a mi hermana le encanta y me matará por lo que voy a decir... no me gustaba en absoluto. No me llamaba, pero para naaaaada! Las máscaras nunca me han atraído mucho, y encima esta, en blanco y negro... pasaba totalmente desapercibida. Ahora lo miro desde otra perspectiva y casi mejor en b/n, a color me hubiera gustado todavía menos, puede que me hubiera dado hasta un poco de grimilla. Si me decidí a darle una oportunidad fue porque leí por algunos blogs que guardaba similitudes con la historia interminable. Ya está, no digas más. El que fue mi libro favorito durante bastantes años. Me informé un poco de la sinopsis y decidí darle una oportunidad. Si por dentro puedo encontrar algo remotamente parecido a Bastian, a Atreyu, al Señor Koreander... merecería la pena. Si no, pues ya me desharía de él de alguna manera.

Ex libris trata de una chica, Lara, española residente en París, que es una amante de los libros. Amante totalmente loca y bajo mi punto de vista diría que misántropa y que vive para leer (De eso ya hablaré más tarde). Se siente totalmente incomprendida en su casa y en su instituto. Hasta que encuentra una misteriosa librería, con un también misterioso dueño, que le entregará un libro, y ahí empezará su aventura. Lara se verá transportada al interior del libro, al París del siglo XIX, y se convertirá en la protagonista de su propia historia. Conocerá a Julien, quien se convertirá en alguien muy importante para ella, vivirá aventuras, se enamorará, y se enfrentará a peligros como cualquier heroína que se precie. 

Lo primero que llama la atención del libro, es que está impreso en páginas de tres colores: Blanco, para los capítulos de Lara en el siglo XXI; negro, para lo que sucede en el interior del libro; y gris, en los capítulos donde la historia de Clara y la del libro son la misma. Muy original, también me recordó a la historia interminable, que está escrito con dos tintas diferentes. Está narrada en primera persona por Lara, aunque en los capítulos "negros" y en algunos de los grises tenemos narrador omnisciente. 

Y ya en el libro en sí, claro, la comparación es obvia: Al igual que Bastian, Lara entra en el libro que tiene en sus manos y pasa a ser la protagonista. ¿Quién no ha deseado eso alguna vez? ¿Escapar de la rutina del día a día, del instituto, trabajo, y vivir una aventura así? Creo que todos, ¿me equivoco? Solamente por esto el libro ya merece la pena. Ahora pasemos a hablar de su protagonista. Lara, el bicho raro, como la llaman sus compañeros. Lee, lee, lee, y lee. Su vida es instituto, ayudar en el bistro de su tío, y leer. Los libros son sus mejores amigos, nadie la entiende. En clase se ríen de ella, la putean hasta lo indecible. Y eso hace que se sienta incomprendida y desdichada. Y aquí, permitidme que os diga una cosa: Que no me lo creo. Lo siento, pero es imposible. Y habla una ávida lectora, que se llevaba los libros para leer en el recreo ya que no tenía amigos. Para quien el carné de la biblioteca era su tesorito particular. Yo no tenía amigos, pero jamás, y digo JAMÁS, se portaron conmigo como se portaron con Lara. Siempre tuvimos una clase de lengua y literatura donde había una serie de lecturas obligatorias. Obligatorias para todos, tanto como para aquellos a los que se les diera bien, como para los que no. En el cole y en el instituto todos los alumnos están ahí para lo mismo: para aprobar. ¿Me estás contando que en el instituto de Lara no había lecturas obligatorias? ¿O que todos los alumnos de la clase son de los que se les dan bien las mates y a nadie, absolutamente a nadie le molaban las letras? En ese caso, ¿cómo es que nadie se acercaba a ella para pedirle que le explicara tal o cual cosa? ¿O que todos los compañeros de Lara eran poco más que gamberros irrespetuosos y los profes no hacen nada? Venga, por favor. Repitan conmigo: POR FAVOR. Totalmente irreal. Cuando se mudó de España a París dijo que intentó adaptarse y hacer nuevas amistades. Pues será que los padres se equivocaron y en lugar de a un instituto, la metieron en un correccional donde solamente había gamberros. Porque, y hablo por experiencia, por muy rarito que sea tu hobby (y no es que la lectura lo sea, habla una a la que además le gustaba el manganime, y eso sí que era raro), siempre encuentras a alguien con quien hablar. Aunque sea del examen. De las clases. De los profes. De lo que sea. Siempre se encuentra algo. La autora ha querido hacer a una protagonista incomprendida y la ha exagerado de tal modo que la ha convertido en antisocial, o directamente en irreal.

Para mí ese era el punto donde la novela cojeaba. Pero tiene otros puntos muy buenos, y es que el París de principios del siglo XIX mola. Mucho. La autora ha sabido plasmarlo a la perfección. Al estar bajo los ojos de una chica de nuestro tiempo, resulta aún más apasionante, ya que los que escribieron en aquella época no sabían cómo iba a evolucionar, mientras que Lara sí lo sabe, le encanta, lo disfruta, y el lector disfruta con ella. Su relación con Julien también es muy bonita. ¿Predecible? Quizás, pero recordad que esto es una novela dentro de otra novela. Lara es en todo momento consciente de que no está en su mundo, sino en una novela, y que las novelas se rigen bajo otras reglas. Y más esta, donde tenemos hasta magia. Tenemos un toque de mitología celta. Druidas, hechiceras. Lara es una chica del siglo XXI, donde no hay magia... y en el siglo XIX tampoco se supone que la había. Aquí nada es lo que parece y le espera más de una sorpresita. Y más de un susto, ya que, como buena protagonista entrometida, se pone a investigar las desapariciones de unas chicas... y eso le meterá en una situación muy angustiosa.

En fin, una novela original, bonita, bien escrita, bien estructurada, en la que encontraréis de todo: magia, romance, misterio, intriga, el París del siglo XIX. ¿Qué mas ingredientes necesitáis?

Valoración general: 7,5 (Con una protagonista menos misántropa, o un entorno escolar más normal, el libro hubiera sido redondo).

Próxima reseña: Cazadores de sombras 2: Ciudad de ceniza