viernes, 13 de enero de 2017

Noches de terciopelo, de Carol Petit

Hola bellotitas! ¿Qué tal estáis? Bueno, pues vengo con mi primera incursión (Y espero que la última) en la novela erótica:


Título: Noches de terciopelo
Autora: Carol Petit
Editorial: Planeta
Páginas: 350
Precio; 18,95€
Edición: Tapa dura con sobrecubierta

AGRADECIMIENTOS A LA EDITORIAL POR EL ENVÍO DEL EJEMPLAR


Bueno, bellotitas. Pues reconozco que este libro me llamó la atención porque soy seguidora de la serie Velvet y, bueno, para quien no esté puesto en ella, diré que el protagonista se va unos años a Nueva York y allí funda una empresa. Pues este libro prometía contar esos años, los que no se vieron en la serie de tv. 

Sinopsis (Propia, sin spoilers): Adele Lavigne es una joven que deja su trabajo para entrar en el atelier de Silk, la lujosa empresa fundada por el prestigioso Alberto Márquez. Las reglas que don Alberto le impone son bastante extrañas y la chica, movida por la curiosidad, decide averiguar qué hay más allá, qué es lo que sucede en el atelier cuando ella se va. No tardará en descubrirlo.

Adele Lavigne en su breve estancia en la serie

Bueno, pues la historia nos presenta a Adele, la protagonista. Todo va a estar narrado por ella. Tiene un trabajo, una mejor amiga y un medio ligue, y un buen día le sale la oportunidad de trabajar en Silk, la empresa que hace modelitos exclusivos para mujeres muy ricas, fundada por don Alberto Márquez. Ella ve una gran oportunidad y acepta. En principio debe pasar una serie de pruebas muy raras con las telas, que ella tomará como que la han engañado, pero luego vemos que no, que es que en realidad don Alberto es muy especialito (¿Especialito? El de la serie no lo era) y quiere a una mujer que distinga telas y calidades con los ojos vendados y cosas así. Le impone unas normas, como que debe irse a una hora exacta y no después. Cómo no, ella es curiosa y quiere saber qué pasa en el atelier cuando ella se va. Y lo descubre, vaya que sí. Aquí es cuando yo lo empecé a flipar mucho porque el Alberto de este libro no tiene mucho que ver con el de la serie. Básicamente al señor Márquez le gusta, por decirlo de una manera fina, que las mujeres para las que trabaja se lleven un buen recuerdo suyo. A Adele, que, cómo no, es una chica casta y virginal, el ver a su jefe ahí dándole al ñaca-ñaca con la clienta la deja impactada y no puede evitar ver el espectáculo varias noches, hasta que, como no podía ser de otra manera, Alberto descubre no solo que su empleada se pasa las reglas por el arco, sino que además le mola el voyeurismo (o como se llame eso). 
Bueno, a partir de ahí os podéis imaginar lo que sucede. No sé si es lo normal en la novela erótica (Es mi primera incursión y espero que la última), pero escenas de dale-dale hay pocas. Se centra más bien en por qué Alberto es así, y la "investigación" de Adele para averiguarlo.


¿Por qué no me ha gustado este libro? Básicamente, porque no reconozco al personaje que vi en la serie de tv. El de la tele era un joven risueño, romántico, entregado, pero al mismo tiempo sabía llevar una empresa y sabía tratar a sus empleados, era una persona con mucha humanidad, muy honrado, todo un caballero. ¿Y qué me encuentro aquí? Pues a un hombre obsesionado con Ana y su amor perdido, obsesionado con el famoso vestido rojo, a un hombre marcado por la relación que tuvo con Ana y que parece que siempre va a arrastrar consigo todo el dolor que le dejó. Cada noche se pasa por la piedra a una ricachona en plan dominador, con vendas en los ojos, atando las manos y esas cosas, cuando Alberto no era así. Otro detalle, menos pero detalle al fin y al cabo, es que en la serie, los que la veáis recordaréis al personaje de Adele Lavigne. Tiene una breve aparición de un par de minutos, en los que Alberto "su maestro" la ha mandado a España para comprar la colección de Ana, y así es como Cristina se entera de que está vivo y empieza a maquinar. Pues bien, en la novela Adele jamás pisa España. Nunca. Y desde luego que no llama a Alberto "su maestro". De hecho, otro motivo que me ha parecido bastante despropósito ha sido cuando se fabrica el vestido rojo y se disfraza de Ana para ver si así puede conquistar a Alberto. Muy WTF todo. 

Una cosa que he agradecido es la falta de lenguaje soez. Todo es muy fino, muy correcto, no hay ni una sola palabrota. Reconozco que, de haberlas habido, me hubiera gustado todavía menos.

Adele, como protagonista, no me ha gustado. Apenas vislumbramos cosas sobre su personalidad; es alguien que no te cae ni bien ni mal porque no tiene ni cosas buenas ni defectos, es como una muñeca. Un personaje muy plano. Y de Alberto creo que ya lo he dicho todo por arriba; cualquier parecido con el de la serie (Aparte del nombre) es casi coincidencia. La novela se supone que explora el trauma de Alberto, pero si tienes en mente al Alberto de Velvet, es que no hay por donde coger ese trauma. 

En definitiva, una novela hecha por y para aprovechar el tirón de la serie de tv y de las novelas eróticas en general (La sombra de las cincuenta sombras -qué raro suena eso- es alargada).

Bellotómetro:

1/5 bellotas. Malillo. Esperaba algo más parecido a la serie.

viernes, 6 de enero de 2017

Sombra y hueso, de Leigh Bardugo

Hola bellotitas! ¿Os han traído los Reyes muchas cosas? Espero que sí, y si son de las que se leen, pues mejor ^^


Título: Sombra y hueso
Título original: Shadow and bone
Autora: Leigh Bardugo
Saga: Grisha 1/3
Editorial: Hidra
Precio: 16,50€
Edición: Tapa blanda con solapas.

Sinopsis (Propia, sin spoilers): En el reino de Ravka, algo llamado La Sombra ha dividido las tierras, y todo aquel que se atreva a cruzarlo es casi seguro que encontrará la muerte. Alina quiere ser cartógrafa, pero, cuando se ve obligada a atravesar La Sombra y su mejor amigo, Mal, es herido, se revela un poder que ni ella misma sabía que tenía, y es enviada a la Corte Real para iniciar su formación como Grisha, un grupo de magos de Élite a cargo del misterioso Oscuro. 


Reseña: Me decidí a leer este libro ya que me lo habían recomendado muchas personas, estaba lleno de reseñas buenas, y además estaba basado en la cultura Rusa, que me encanta. ¿Y mi conclusión? Bueno... quizás es porque fuera con las expectativas por las nubes, que esperara encontrarme algo tipo Antorcha entre las tinieblas o Maldición del ganador... y no, lo siento, pero no. Está bien, quiero seguir con la saga, pero no es esta maravilla de la que todo el mundo habla. Las dos sagas que he mencionado antes están mucho mejor. Pero vayamos por partes:
Alina es la protagonista, huérfana, que ha crecido con su amigo Mal. Cuando tuvieron la edad, casa uno siguió su camino para dedicarse a lo que querían, en el caso de Alina, la cartografía, y en el caso de Mal, el rastreo. Hasta ahí, bien. Por otro lado, tenemos un reino de fantasía dividido en dos por una cosa que llaman La Sombra. Todo el que quiera cruzar de una parte a otra debe pasar por ahí, y la mayoría mueren. Los hay que no, pero por regla general, pocos se atreven. El caso es que Alina, junto con una comitiva, con varias carretas y bastante gente, debe cruzar, y es entonces cuando las criaturas que habitan en La Sombra les atacan y, al ser Mal herido, ella despliega un poder que vence a las criaturas. En es momento cambian de planes, porque Alina debe ser llevada a la Corte para ser entrenada como Grisha. Los Grisha son como las altas esferas de los magos, los más poderosos. Ella no desea serlo, quiere seguir con su cartografía y con Mal, pero no tiene elección. En la Corte conoce al misterioso Oscuro, conoce al resto de Grishas, conoce a mucha gente y la mayoría la mira mal porque parece ser que el poder que tiene es el que andaban buscando desde hacía muchísimos años, el poder imprescindible para acabar con La Sombra.


Toda esta presentación es larga. Es muy larga y bastante tediosa, porque dura más de la mitad del libro. Vemos después la formación que le dan a Alina, que no sabe dominar su poder, de hecho no sabe ni sacarlo, y así se tiran hojas y hojas, capítulo tras capítulo, mientras el Oscuro le come la oreja y la engatusa.  Es una parte que, bueno, aburrida, lo que se dice aburrida, no es, pero le falta dinamismo, es demasiado larga. El caso es que, como no podía ser de otra manera, las cosas no son como parecían y Alina descubre el meollo del tema y lo que realmente está sucediendo. Ahí es cuando el libro se anima, por fin, y cuando Alina y Mal protagonizan toda una aventura, una escapada muy entretenida y amena. Esa parte desemboca en la trama final, que es muy intensa, mola muchísimo, y la autora lleva la historia a un buen punto. 
La historia es buena. Tiene muchos tintes de la cultura y mitología rusa, que me encanta, mola mucho, es muy original. Lo ha llevado al terreno de la fantasía y el resultado no le ha quedado mal. Alina y Mal son unos buenos protagonistas, me han caído bien y hacen buena pareja. 


Entonces, ¿cuál es el problema? Pues que, a lo que mencioné antes de que la presentación dura más de la mitad del libro y que no es dinámica en absoluto, es que hay demasiada narración y eso acaba por hacerse pesado. No me malinterpretéis: hay diálogos, bastantes, y son muy entretenidos. De hecho los diálogos son el punto fuerte de la historia, ¿por qué no saca provecho de eso? Esta historia, con menos narración y más diálogo hubiera ganado mucho. 
A pesar de todo, ha sido una buena lectura. No de las mejores del año, pero el mundo en el que se desarrolla y me gustado tanto, y los protas me han caído tan bien, que voy a seguir con ella. 

Bellotómetro:

4/5 bellotas. Demasiada narración y pocos diálogos, pero la historia está bien.

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