¡Hola! Anoche acabé la lectura de este libro y ha sido precioso. ¿Os animáis a meteros en la Italia de la Segunda Guerra Mundial?
AGRADECIMIENTOS A PRINCIPAL DE LOS LIBROS POR EL ENVÍO DEL EJEMPLAR
¿Por qué quise leer este libro? Por dos razones: la primera, porque Amy Harmon es de mis autoras favoritas, me encanta cómo escribe y su libro Máscaras aún se sitúa entre mis mejores lecturas. Y la segunda, porque una historia de amor imposible ambientada en la Segunda Guerra Mundial tenía todas las papeletas para que quisiera el libro sí o sí.
¿De qué va el libro? Nos vamos a la Segunda Guerra Mundial, y más concretamente a Italia. Allí conoceremos la historia de Eva, una judía, y Angelo, un cura católico. Se conocen desde niños, están enamorados y ambos lo saben, pero si ya de por sí su amor era imposible, la alianza de Italia con Alemania hace que salvar a las personas que aman sea lo más importante y a la vez lo más difícil.
Reseña: Amy Harmon lo ha vuelto a conseguir, este libro me ha gustado casi tanto como lo hizo Máscaras en su día. No es un libro juvenil, y considero un acierto que lo hayan publicado en Principal y no en Oz (Ambos sellos pertenecen a la misma editorial). Esto no quiere decir que no lo puedan disfrutar los lectores de juvenil, pero lo recomendaría para quienes estén un poco familiarizados con los sucesos de la 2GM, en concreto con la situación de los judíos. Anna Frank, La vida es bella, El niño con el pijama de rayas... Si os gustaron estas historias, no podéis perderos La frágil belleza del cristal.
La historia empieza cuando Eva y Angelo se conocen, siendo niños, y desde el principio nace una bonita amistad entre ellos. Vemos cómo van creciendo y cómo esa amistad se va convirtiendo en algo más fuerte, pero Angelo va para cura. En un flashback nos narran cómo sintió la llamada y que cree que así podrá ayudar y proteger a los que ama. Es ordenado sacerdote católico, mientras que Eva es judía, como lo ha sido su familia desde hace muchas generaciones. Y sí, se quieren, ambos lo saben, pero saben también que lo suyo es imposible.
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, los alemanes llegan a Italia y comienza el holocausto. Se nos narra cómo fue todo poco a poco, cómo empezaron quitándoles derechos fundamentales, tales como la escolarización, el trabajo o visitar ciertos lugares. Después llegan las persecuciones, redadas nocturnas, asesinatos a plena luz del día... Hitler quería un mundo sin judíos y estaba dispuesto a acabar con ellos de la manera que fuese.
Angelo lucha para mantener a salvo a todos los judíos que puede. Colabora con el Vaticano y les proporciona documentos falsos, cobijo en monasterios, les ayuda a escapar del horror. Arriesga su vida a menudo, pero no le importa ya que salvar a las familias judías es mucho más importante que su propia seguridad. En especial, salvar a la familia de Eva. Ella tampoco permanece inactiva, también ayuda cuanto puede y pronto se verá obligada a huir a Roma, donde nadie pueda conocerla ni atestiguar que es judía. En Roma también podrá ayudar más a la causa. O eso creen.
La autora se ha documentado muchísimo para escribir este libro. Todos los acontecimientos que narra son reales, cada barbaridad que cometen los nazis, desgraciadamente, sucedió. Nos lo indica en una nota al final de la novela. Aunque Angelo y Eva son ficticios, el libro cuenta con muchos personajes que existieron en aquella época y la autora nos los presenta tal y como se les conoció. De este modo, tenemos auténticos monstruos nazis, con su nombre y apellidos reales, o gente que ayudó a los judíos hasta donde la situación lo permitió. Quedé muy impresionada leyendo algunos horrores perpetrados por los nazis, y aún más cuando supe que no eran inventados sino que fueron reales.
Una cosa que me ha gustado mucho es el profundo respeto con el que la autora trata a las religiones. Podría haber caído en el tópico de presentar su propia religión como la auténtica y verdadera, pero no. La autora se documentó acerca de las costumbres judías, sus ritos, todo lo que hacen. Como dicen los personajes en cierta ocasión, sus raíces son su familia, sus antepasados y sus hijos, y no pueden dejar de ser judíos porque es parte de sí mismos, es lo que ellos son. El judaísmo es tratado con mucho respeto, en todo momento, y también lo es el catolicismo. Angelo es un cura cuyas creencias se resquebrajan en más de una ocasión, pero jamás reniega de ellas ni intenta convertir a nadie. Cuando los alemanes están llevándose a las familias judías para matarlas o que acaben en un campo de concentración, a Angelo le da igual que profesen una religión que no es la suya. Son gente que necesita ayuda, y eso es todo. Los judíos colaboran entre ellos para que nadie se quede sin comida o sin abrigo, y Eva incluso arriesga su vida por proteger a su gente. El ser humano es capaz de hacer grandes cosas, y podemos convertirnos en superhéroes si aprendemos a mirar más lo que nos une que lo que nos separa. El libro tiene un mensaje maravilloso y es con lo que me quedo.
¿Un punto negativo? Pues lo tiene, y es que, sin caer en spoiler, en los últimos capítulos, concretamente cuando estamos ya en Bélgica, sucede algo que me ha parecido muy de película, muy hollywoodiense, algo forzado. Sería lo único que le achacaría al libro como no tan bueno, pero el conjunto del libro en sí, los personajes, las situaciones por las que pasan, el mensaje... es todo tan bonito que yo, personalmente, le perdono a la autora que metiera una escena como aquella.
Bellotómetro:
5/5 bellotas. Preciosa y emotiva historia con unos personajes admirables.