Buenas a todos! Qué ganas tengo de que termine agosto y nos den un respirito porque este calor es insoportable! Además en septiembre el mundo cobra vida de nuevo, que en verano está como muerto.
Pues bien. Otra reseña más. Empiezo nueva trilogía.
Título: El viaje (Saga Tierra de magia I)
Autora: Amanda Hocking
Título original: Switched
Páginas: 303
Editorial: Destino
Precio: 14,95 euros
Portada española (izquierda) y americana (derecha). Como curiosidad, la imagen de la americana es la misma que se ha usado para el tercer volumen de la española.
Tenía mis reservas a la hora de pillar este libro. El resumen no pintaba nada mal, pero leí unas pocas reseñas y no encontré ni una en la que la pusieran por las nubes. O la ponían a la altura del betún, o directamente le daban una puntuación media/baja. Al final decidí comprarla para juzgarla por mí misma, ya que aún me quedaban códigos mentos, y si no me gustaba siempre podría revenderla o sortearla.
Esta es la historia de Wendy (Se llama Wendy por la niña de Peter Pan, jajaja). El día de su sexto cumpleaños, después de dar un espectáculo de niña malcriada, caprichosa y desagradecida, su madre intenta matarla clavandole un cuchillo en el vientre, gritándole que no es su hija, que el día de su nacimiento le quitaron a su niño y en su lugar la dejaron a ella. La madre es llevada a un centro para enfermos mentales y Wendy, junto con su hermano Matt, se va a vivir con su tía, una mujer generosa y simpática que la aprecia de verdad. Así pasan once años. Ahora Wendy tiene 17, y se prepara para el baile de graduación de su instituto. Es una chica bastante fuera de lo común: Es antisocial, caprichosa, algo gruñona, egoísta... y bastante idiota. El libro está narrado en primera persona por ella, y me cayó mal desde el principio. Desde la pataleta de los seis años. Me recordaba un poco a la protagonista de esa basura llamada crepúsculo, Bella, a la que yo llamo Lela. Pero bueno, me estoy saliendo del tema. En el baile del instituto, al que por cierto, no quiere ir, siendo convencida por su tía, conoce a un chico llamado Finn. Como ya dije, la chica es rarita y antisocial, y el chico automáticamente le cae mal. Mal, pero en el fondo le gusta, aunque tardará bastante en darse cuenta. El chaval es raro también, y se da cuenta de que Wendy tiene un don, un don que hasta ahora nadie salvo ella conocía: Es capaz de dar órdenes y de persuadir a la gente con el pensamiento. En esto estamos cuando Wendy decide ir al manicomio centro psiquiátrico donde está internada su supuesta madre. Allí esta le ordena que no la llame mamá, ya que no lo es. Ella esperaba un niño, y las ecografías así lo demostraban. Investigó por su cuenta y así descubrió que su supuesta hija era una changelling, es decir, que alguien, el día del nacimiento, le había dado el cambiazo. Wendy cada vez está más confusa, y mirando antiguas fotos familiares ve las ecografías de su madre. Claramente el feto tenía órganos masculinos. Aparte está el hecho de que, físicamente, no se parece ni a su madre, ni a su hermano, ni a nadie. En los siguientes encuentros con Finn, este le aclara que realmente es así. Ella pertenece a la raza de los Trylle, y de ahí es de donde viene su don para persuadir a la gente con el pensamiento. Y que debe regresar con su madre biológica, a lo que Wendy se niega. No quiere por ningún motivo abandonar a su tía Maggie ni a su hermano Matt. Aunque no sean parientes en realidad, no quiere dejarlos. Hasta que un día es atacada por un par de tipos, por suerte Finn estaba cerca y en ese momento es cuando le dice que ya no puede quedarse más. Los que la han atacado son, por así decirlo, el bando enemigo, y ahora que saben donde está, no cejarán hasta llevarsela. Por eso debe inmediatamente regresar a sus orígenes.
El cambiar a los recien nacidos trylle por recién nacidos humanos es una práctica bastante común. La familia Trylle elige una familia humana en buena posición económica, así se aseguran de que al pequeño no le va a faltar nada y tendrá una educación exquisita, y de que heredará unos cuantos milloncejos que aprovechará en el mundo trylle. A Wendy no le parece nada bien esta práctica, y todavía flipará más cuando vea quien es su auténtica madre. Es ni más ni menos que Elora, la reina. Lo que convierte a Wendy en princesa. Sin embargo Elora es todo lo contrario a una mujer cariñosa y maternal. Es fría, autoritaria, mandona.
El resto del libro es el intento de Wendy para adaptarse a su nueva vida. Conocerá personajes como Willa, Rihannon, Rhys (Para mí el mejor y más simpático), y se enamorará de Finn. Descubrirá el talento secreto de su madre. Y si Wendy ya nos caía mal por ser caprichosa, inmadura y totalmente insoportable, la madre no se queda atrás. Por distintos motivos, pero ambas son para echarlas de comer aparte.
Yo propongo poner a Wendy y a Elora en un ring de boxeo y que se maten entre ellas, o que se anulen mutuamente. De verdad os lo digo, que no hay quien las trague. Wendy tiene, aparte de todo lo mencionado antes, demasiados aires de víctima, y Elora los tiene de todo lo contrario. Se cree superior, se siente superior, y quiere hacer de su hija un mini-clon suyo. Suerte que, al menos en este libro, no lo consigue, porque con una Rotenmeier ya tenemos suficiente.
Luego tenemos la "fantástica" historia de amor. Buaj, qué asco. En principio Wendy cree que Finn es un acosador, un sociópata, y aun así, le sigue el rollo. Ojalá lo hubiera sido, así la niñata esta hubiera aprendido algo. Una vez sabe que Finn es su rastreador, ella se deja cuidar y se pone en plan niña desvalida, la pobrecita incomprendida necesitada de amor. Y cuando ya está viviendo en el palacio, ya la chica apenas se corta. Y como la novelita está en primera persona, no deja de decir lo guapo, impresionante, buenorro que está. Igualita que Lela (Bella). ¿Y él? Pues en principio de piedra. Es un mandado, debe proteger a la chica y a eso se limita. Pero ¡oh! se ha enamorado de ella aunque sabe que no debe, porque no es de su nivel social, bla, bla, bla. Otro Eduar Culen. Al menos este no brilla al sol ni tiene una familia chachipiruli de la muerte. De hecho, parece que no tiene a nadie. Está solo. Quizás en el segundo libro sepamos algo más de él, pero por ahora trabaja solo. Ya hacia el final se lían, claro. Pero la historia resulta irreal y algo absurda.
No solamente es este el único punto en común con la basura que es crepúsculo. Está ella, está él, está la manera en la que se enamoran, el hecho de que no deben enamorarse porque son diferentes, y luego está el clan enemigo que desea llevarse a la chica para sus oscuros fines.
Es una pena que se parezca tanto a crepúsculo. Porque la historia era original, lo de los niños cambiados, el que sea una princesa y deba adaptarse, y sobre todo, el llevarnos a una tierra de trolls. Las novelas juveniles nos hablaban de vampiros, lobitos, ángeles, demonios, pero no de trolls. Y no son trolls como los de David el gnomo o Harry Potter, tampoco de esos que tenían el pelo fosforito hacia arriba y una joya en la tripa. Son gente normal, con algún poder especial, casi siempre relacionado con la naturaleza.
La prosa de Amanda es simple, pero no por ello aburrida. Sin embargo, no se mete en florituras, ni hace que te sumerjas demasiado en esa tierra de ensueño. Las descripciones que hay no están demasiado bien hechas, diría que están porque en todo libro debe de haber alguna. Su manera de escribir entretiene, y, aunque no es tan adictivo como otras novelas en las que no puedes parar, hace que te sientas a gusto leyendo.
El libro tiene bastantes faltas gramaticales, continuas, como por ejemplo escribir de prisa en lugar de deprisa, en seguida en lugar de enseguida, y otras por el estilo. Usa verbos que no son corrientes en España pero sí en otros países de latinoamérica, como por ejemplo "aventó una piedra". Lo que me hace pensar que usaron la misma traducción para todos los países de habla hispana. Mal, muy mal. Cada país tiene una manera de hablar diferente y única, y debería respetarse.
El libro me gustó, por su historia y su originalidad, y por algunos secundarios como Rhys. Es por ello por lo que encargué la segunda parte. Espero que Wendy cambie, porque menuda niñata inepta.
Actualización: Después de que el pedido me haya dado error tres veces, voy a interpretarlo como una señal xD y no voy a comprar más. Estará próximamente en el mercadillo.
Puntuación: Pues le doy un 5 raspado (Sobre 10). Con otra pareja protagonista y un argumento menos crepusculoide, hubiera ganado mucho.
Próxima reseña: Mary Tempestad, de Alain Surget