Título: Máscaras
Título original: Making faces
Autora: Amy Harmon
Editorial: Oz
Páginas: 300
Precio: 17,90€
Edición: Tapa blanda con solapas
Sinopsis (Propia, sin spoilers): Fern lleva toda su vida enamorada de Ambrose, el guapo jugador de lucha libre del instituto. Sin embargo, al ser ella bajita, con gafas y aparato en los dientes, nadie ha reparado en ella. Pero Ambrose y sus amigos van a la guerra de Irak, y cuando vuelve, con el rostro completamente desfigurado, Fern tendrá que demostrarle que la verdadera belleza se encuentra en el interior.
Reseña: Oz nos vendió este libro como un retelling de La Bella y la Bestia, pero no lo es, para nada, en absoluto. Sí que tiene en común con el cuento clásico el mensaje de que debemos saber mirar más allá de las apariencias, pero no hay un tipo feo y egoísta al que el amor haga cambiar.
Nos cuenta la historia de Fern, la hija del pastor de un pequeño pueblo estadounidense. Sus padres la tuvieron muy tarde, cuando ya no esperaban poder tener hijos, por lo que la consideran un milagro y decir que la quieren es quedarse corto. La adoran. Fern es bajita, pelirroja, y en su época del instituto llevaba gafas y brakets en los dientes. Además, tardó en desarrollarse, por lo que ningún chico se fijaba en ella. Aunque hubiera dado igual, porque ella solo tenía ojos para Ambrose, el guapísimo jugador de lucha libre. Lleva enamorada de él desde pequeña, pero no espera que llegue el día en el que él la corresponda. Ambrose es muy guapo, sí, pero no por ello se lo tiene creído. Busca a una chica sensible e inteligente, algo más que un rollete. Aunque, como ya dije, no repara en la existencia de Fern. Y el tercer personaje importante es Bailey, el primo de Fern, que padece distrofia muscular y va en silla de ruedas. Sabe que su esperanza de vida será corta, debido a su enfermedad, pero no por ello se deprime o se cabrea, ¡qué va! siempre está ahí para animar a su prima.
El libro narra la historia desde varios tiempos: Tiene el momento presente (2004), el momento del 11-S (2001) y posteriores, y, de vez en cuando, algunos flashbacks de cuando eran niños o adolescentes. Rebosa ternura, porque Fern es una chica adorable y Bailey el mejor compañero de aventuras que podría tener. Uno de los mejores personajes que he visto en un libro. Da un mensaje de esperanza, de no rendirse a pesar de que parezca todo perdido, de optimismo. Bailey es todo un luchador y solo por él ya el libro merece la pena.
El libro tiene algo que marca un antes y un después, y es la guerra de Irak. A raíz de los atentados del 11-S, donde cayeron las torres gemelas en Nueva York, Ambrose decide alistarse para luchar en Irak, y convence a sus cuatro amigos para que se alisten también. Pues de esa guerra solo volverá Ambrose, y lo hará con la cara totalmente desfigurada debido a una bomba, y el corazón destrozado por el sentimiento de culpabilidad, ya que él fue quien convenció a sus amigos. Además, al ser un pueblo pequeño, siente como si, ahora que es feo, todos le rehuyeran y le evitaran, como si le vieran como un monstruo. De hecho, él se ve a sí mismo como un monstruo, tanto por dentro como por fuera.
Sin embargo, Fern sigue queriéndole. Siempre pensó que ella no era lo bastante buena para él, y de hecho, sigue pensándolo y si intenta mantener el contacto es por animarle, por decirle que no está solo. Ambrose poco a poco se dará cuenta de que también la quiere, pero ahora es él quien no se cree lo bastante bueno para ella. Fern nunca perderá la fe y le dará su corazoncito para demostrarle que no es un monstruo. Esta es, sin duda, la parte más tierna de la historia. La conforman varios capítulos, la mayor parte del libro, y entre Fern y Bailey harán que Ambrose salga de las sombras, se deje ver, vuelva a sonreír.
Es un libro precioso. El final ha hecho que casi se me saltara la lagrimilla por lo bonito que es, los personajes tan lindos y tiernos, por la historia en sí, por el mensaje. Según iba leyendo veía que el título de cada capítulo era algo raro, pero a medida que avanzaba, me di cuenta de que era una especie de lista de deseos. Es la lista que hizo Bailey, sabedor de que no viviría muchos años, y cuenta todo lo que querría hacer en la vida. Y ver cada capítulo dedicado a uno de esos deseos, bien por él, bien por Fern, por Ambrose... por el que sea, es algo precioso.
Solo deciros que lo compré porque todo lo que tenga que ver con Bella y Bestia ya tiene mi atención, y este, aunque tiene que ver poco o prácticamente nada, va a mis favoritos del año. De cabeza.
Bellotómetro:
5/5 bellotas. Tierno, precioso, adorable. Perfecto.