Título: Kiss me. Prohibido enamorarse.
Título original: The deal
Autora: Elle Kennedy
Editorial: Alfaguara (Penguin Random House)
Páginas: 344
Precio: 17,95€
Edición: Tapa blanda con solapas. Papel de baja calidad.
AGRADECIMIENTOS A LA EDITORIAL POR EL ENVÍO DEL EJEMPLAR
Sinopsis (Propia, sin spoilers): Garret es el capitán del equipo de hockey. Para poder cumplir su sueño debe tener una nota muy buena tanto en los partidos como en la universidad. Su cate en filosofía no ayuda, pero en cuanto se choca con Hannah, y ve que ha sacado sobresaliente, no parará hasta conseguir que la chica le dé clases particulares. Hannah, por su parte, está coladita por un chico del campus, y entre sus estudios y su trabajo no quiere ni oír a Garret. Pero eso es hasta que él le hace una oferta que no puede rechazar.
Reseña: Nos encontramos ante un new adult de estos que tan de moda están ahora. Éste está narrado a dos voces, por Hannah y Garret. Son chavales universitarios y bastante diferentes entre sí, aunque si algo tienen en común, y lo destacaría, es que están bastante centrados en sus estudios. Van a fiestas, sí, pero su meta es sacar las asignaturas.
Hannah, desde la primera página (Sí sí, la primera) deja claro que hace un tiempo la violaron. Ha ido a varios psiquiatras y más o menos lo lleva bien, pero esas cosas nunca se superan y ella no podía ser menos. Su tiempo se divide entre sus estudios y su trabajo (Es camarera en una cafetería). Le ha empezado a gustar un chico, Justin, uno de los populares del campus, y ella misma no deja de repetirse de que es una señal de que por fin empieza a superar de verdad lo que le ocurrió. Garret es el capitán del equipo de Hockey. Y tiene que ganar sus partidos. El equipo tiene que estar en un buen puesto, de lo contrario perderá la beca que le fue concedida y no tendrá derecho a hacer los exámenes. Como no podía ser de otra manera, es súper popular, y le encanta ir de chica en chica, dejando claro que solo es diversión sin compromiso. Está atado a su padre, en contra de sus deseos, porque él en su juventud fue una estrella del hockey y no desea para su hijo sino que sea como él. Es violento y Garret le odia, pero no le queda otra que tragar ya que él pone el dinero para su manutención. Pero resulta que un cate en el examen pone en peligro todo por lo que Garret ha estado luchando, y cuando ve que Hannah tiene sobresaliente, le pedirá muy amablemente que le dé clases, a lo que ella se negará argumentando que no tiene tiempo. Garret no se da por vencido y la perseguirá hasta lograr que le diga que sí. Ella de cabezota tampoco se queda corta, y despachará a Garret mil veces diciéndole que no. Esta, bellotitas, es la mejor parte del libro. Ninguno de los dos está dispuesto a ceder. Y eso va a dar lugar a las situaciones y conversaciones más divertidas que he leído en mucho tiempo. Me he partido de risa... mucho. Y bien. Esa parte me ha encantado. Después, Garret por fin encuentra el punto débil de Hannah, es decir, el chico que le gusta, y se ofrece a intentar ayudarla a conquistarle a cambio de clases particulares. Ella finalmente acepta y comienza la otra parte del libro.
La segunda parte del libro es cuando, evidentemente y siguiendo todos los clichés, esos dos se van a enamorar. Pero es muy divertido. No os dejéis engañar porque sea un cliché. Tened en cuenta que si los clichés existen es porque funcionan. Yo, leyendo este libro, me he sentido como si estuviera viendo una comedia romántica en la tele. Me ha gustado mucho, y lo mejor son los diálogos. Merecen la pena, de verdad.
¿Qué es lo que no me ha gustado? Dos cosas: La primera, que las escenas de sexo que hay me han resultado muy, pero que muy forzadas. No están mal hechas, pero tenía la sensación de que el resto del libro era una excusa para que estos dos empezaran a follar como conejos. Llegaba un momento en que no aportaban nada, al menos para mi gusto. Y lo segundo que no me ha gustado es algo que tiene que ver con el argumento. No diré qué es porque no quiero hacer spoilers. Tiene que ver con el padre de Garret y cierta conversación que mantiene con Hannah. Estas cosas las he visto en pelis y me resulta increíble que pasen esas cosas, como también me ha resultado increíble que Hannah hiciera lo que hace.
Y desde aquí quiero lanzar un pequeño tema. ¿Por qué se empeñan en catalogar como chicos malos a los que no lo son? Lo digo porque en la sinopsis oficial Garret lleva la etiqueta de chico malo, y no lo es, no lo es en absoluto. ¿Ligón? Sí. ¿Pero malo? Para nada. Es un chico muy responsable y centrado, y adora a Hannah. Jamás le hace daño. ¿Por qué le llaman malo? Será porque ahora eso es lo que vende. Entonces, ¿por qué se empeñan en llamar malos a los chicos que no lo son?
Bellotómetro:
4/5 bellotas. Muy divertido, pero demasiadas escenas de sexo forzadas.