Hola bellotitas. ¿Habéis comprado mucho el domingo pasado? El día del libro está hecho para comprar libros y, sobre todo, leerlos. Para una vez que tenemos un descuentito, pues habrá que aprovecharlo, ¿no? Bueno, yo terminé este libro que os traigo hoy y que me ha decepcionado bastante. Va:
Título: La corte reluciente
Título original: The glittering court
Autora: Richelle Mead
Editorial: Roca
Páginas: 410
Precio: 17,90€
Edición: Tapa blanda con solapas
Sinopsis (Propia, sin spoilers): Elizabeth es una condesa y está destinada a un matrimonio concertado. Ella no desea eso y siente que se ahoga entre las paredes de su gran casa. La noche en la que su abuela la promete a un joven que no gusta a Elizabeth, ella se entera de la existencia de la corte reluciente: Los organizadores reúnen a una serie de doncellas casaderas y de clase media-baja, las educan en los buenos modales y el protocolo, y las llevan al otro lado del mar, donde los caballeros buscan jovencitas bien educadas. Así deberán casarse con uno de los muchos ricos pretendientes que se le vayan presentando. Elizabeth toma el lugar y la identidad de su criada y así escapa de su abuela su vida de condesa. Solo Cedric, uno de los organizadores, quien la conoció como noble, sabe la verdad. Pero debe guardarse mucho de despertar sospechas sobre su verdadera identidad...
Reseña: Como sabéis, siento debilidad por las historias de princesas, los vestidos suntuosos, las cortes, los chicos educados y caballerosos... y este libro parecía que tendría algunos de esos ingredientes. Pues me equivoqué. Sí, tiene vestidos de esos con miles de capas de telas caras, pero hasta ahí.
Os cuento en detalle. Si habéis leído la sinopsis (Sinopsis mía, no la de la editorial), diréis que la cosa no tiene mucho sentido. La protagonista escapa de un matrimonio concertado, lo que sí, está muy bien, hurra por ella, pero para irse a un lugar en el que, junto a unas treinta chicas más, las van a pulir, las van a convertir en señoritingas para lucirlas delante de los tíos como si fueran ganado. Esto... ¿hola? Y no es que la protagonista fuera engañada, no, porque sabía muy bien a lo que iba. Escapa de un matrimonio concertado para otro de similares características. Vale que tiene derecho a rechazar a los pretendientes que no le gusten, pero está obligada por contrato a elegir uno en cierto plazo de tiempo (Un año, creo que era). De modo que, sí, empiezas rechazando, pero si luego solo quedan viejos babosos, ¿qué?
Y decían las críticas que La Selección era machista. Porque sí, algo lo era, seamos sinceras. Pero La corte reluciente lo supera con creces. En la Selección, competían por un maromo en concreto y por el trono. Al menos sabían el premio que tendrían, y las que no se lo llevaran, tendrían también su premio en forma de escalar en la sociedad. Machista, sí, pero tenía mucha más lógica que este, donde hay una competencia similar entre las chicas por ser la mejor, la que mejor baile, la que mejor toque los instrumentos musicales, la que mejor recite, la que mejores modales tenga, para que la presenten como la mejor y así llevarse al caballero más adinerado.
¿He dicho ya que el libro es malo? Si ya partimos de la premisa de que la base no tiene mucha lógica, el resto no se sustenta muy bien. Es un libro que, si lo hubiera escrito una autora novata, pues tendría su pase y su gracia, porque oye, todos hemos tenido unos comienzos y mejorado con la práctica. Pero no es el caso de la autora, que, por si no lo sabéis, es la de Vampire Academy, saga que lleva... no sé, muchos libros ya editados. Vamos, que la autora no es precisamente novata. El libro es malo para pertenecer a una autora consagrada como lo es Richelle Mead.
Los personajes no están tan mal (Insisto que lo que cojea es la historia). Elizabeth es una chica con un puntito rebelde e inconformista que me ha gustado. De hecho es por ella que he seguido leyendo, porque si me hubieran puesto a una niña petarda, la verdad es que lo hubiera abandonado a la mitad. Pero seguí leyendo por Elizabeth y porque, la verdad, tenía ganas de saber qué pasaba y cómo acababa aquel despropósito. Aparte de la protagonista, tenemos a Cedric "el chico", que desde el principio sabemos que van a acabar juntos. No es mal personaje, es mono. La quiere, es detallista, tiene sentido del humor... bueno, vale. Es correcto. Podían haber incidido más en desarrollarlo, pero al menos no han querido meter al típico malote. Después están las dos compañeras de Elizabeth, Mira y Tamsin. Mira es una chica negra y proveniente de un pueblo más bien pobretón, por lo que a priori nadie estará interesado en ella. Y Tamsin quiere ser la mejor de las mejores, el diamante absoluto, y casarse con el más rico. Los dos siguientes libros de la saga cuentan la misma historia, pero bajo el punto de vista de cada una de ellas, por lo que en este, nos las presentan y ya. Lo justo para despertar nuestra curiosidad y querer saber más.
La historia, partiendo de que desde el principio la base no se sostiene, no está mal narrada, pero se me ha hecho larga y tediosa. Sin embargo, no puedo decir que sobran páginas. No, en absoluto. Siempre está pasando algo y todo lo que se cuenta es necesario. ¿Qué falla entonces? Tal vez necesite más diálogos. Más chispa, porque los personajes no están mal, pero la historia es bastante sosa. Tiene un giro en el que Elizabeth pasa de lucir vestiditos y joyas, a estar buscando oro y llenándose las manos de tierra. Un cambio demasiado radical y que la autora podría haber hecho de otra manera. Me pareció muy cogido por los pelos, y el final del malo malísimo muy atropellado. Como si la autora hubiese tenido que escribir el libro en un tiempo record y pusiera todo lo que se le pasó por la cabeza, sin filtro y sin nada.
Bellotómetro:
2/5 bellotas. Mal planteamiento, narración sosa. Lo único que lo salva de ser un desastre absoluto son los personajes. Parece obra de una autora novata y no de una ya consagrada.