Atados a las estrellas, de Amie Kaufman y Meagan Spooner

¡Hola, bellotitas! El libro que traigo hoy es una historia que salió en otoño, pero que yo me agencié para navidad, ¡y que me ha encantado!

Título: Atados a las estrellas

Título original: These broken stars

Autoras: Amie Kaufman y Meagan Spooner

Editorial: La Galera

Páginas: 451

Precio: 16,50€

Edición: Tapa blanda con solapas

Reconozco que este libro, al igual que el de La Selección, tiene gran parte de su camino hecho debido a su preciosa portada... ¿No es bonita? Y los de La Galera no son tontos y lo saben, por eso la han mantenido...

Sinopsis (Propia, sin spoilers): Nave espacial. Lila es la hija del hombre más poderoso del universo, acostumbrada a tenerlo todo y a las frivolidades de su clase social. Tarver es un héroe de guerra y sus orígenes son humildes. No podían ser más diferentes. Sin embargo, cuando la nave se avería y se desata el caos, ambos escapan en una cápsula de emergencia y acaban en un planeta donde, al parecer, no hay nadie más. Ahora deben sobrevivir. 

Reseña: Reconozco, como dije arriba, que la portada tuvo mucho que ver con la compra de este libro. Ya había leído (O más bien intentado leer) Illuminae, también de Amie Kaufman, que no me enganchó en absoluto, de hecho, ni terminarlo pude. Entonces, cogí este libro muy temerosa de lo que me pudiera encontrar, pero... me ha gustado mucho. Podía haber sido mejor, eso sí. Y digo esto porque la narración no me ha parecido nada del otro jueves, sino muy normalita. No usaban recursos narrativos para despertar la emoción, la intriga o alguna otra sensación. Era muy simple y llana. No mala, pero sí muy sencilla. Podía haber estado mucho mejor si la hubieran pulido un poco más. 

Dicho esto, pasemos a la historia en sí: Lila es una chiquilla de 16 años, hija del todopoderoso hombre dueño de todo, y muy mimada. Acostumbrada a los lujos, muy pijilla y frívola y casi siempre rodeada de paparazzis que vigilan todos y cada uno de sus movimientos. Tarver es un chico que se alistó en la guerra y se convirtió en un héroe. Tiene 18 años y sus orígenes son muy humildes. La primera vez que se encuentran en la nave, él se siente atraído por ella, pero no sabe quién es, lo que causará las risas del corrillo que siempre acompaña a Lila. Más tarde caerá en la cuenta y se sentirá ridículo por haber intentado aspirar a una chica como ella. Sin embargo, poco después de este incidente, la nave espacial se avería. Y esto sucede al poco de empezar el libro, con lo cual se agradece que se vaya al grano y que no se pierda el tiempo en relleno absurdo. Algo pasa, cunde el pánico y Lila se ve mezclada y arrollada por la marea de gente. Es Tarver quien la rescata de la marabunta, y de ese modo ambos se meten en una cápsula de rescate, que está tan unida a la nave que Lila la libera haciendo un puente, lo cual sorprende mucho a Tarver porque ¿quién imaginaría a una chica como ella haciendo algo así? Y, tras un breve y accidentado despegue, aterrizan en un planeta en el que parece que no hay nadie. Solo árboles y algunos animales, pero ni rastro de vida humana.

Aquí viene uno de los grandes clichés del libro, y es el de la típica parejita que se lleva mal, pero que está condenada a entenderse y a soportarse porque no les queda otra. Ese recurso lo hemos visto miles de veces en libros, en cine, en tv... y, evidentemente y como no podía ser de otra manera, acabarán enamorándose. Muy cliché ese, pero a mí no me ha molestado tanto, aunque hubiera estado bien que no fuera ese recurso tan puro y lo hubiera modificado un poco. Pero en fin, es lo que hay.

Ambos se llevan fatal y en el camino hacia donde la nave ha caído (Ya que necesitan llegar a ella para ver si pueden mandar una señal de auxilio), aprenderán y madurarán. Una de las cosas que más me ha gustado es que en principio parece que están solos, pero... ¿lo están realmente? Y no hablo de los animales y los árboles. Oyen voces, hay susurros, pero no ven a nadie... Todo esto será solamente el inicio de la gran trama del libro. ¿Qué hace ese planeta ahí? ¿Por qué parece que los humanos llegaron, pero no hay nadie? ¿Qué son esas voces? ¿Por qué parece que les estén ayudando?

A pesar del cliché, os pido que le deis una oportunidad al libro. No es lo que parece; es mucho más que una historia de amor. De hecho, tiene en los últimos capis un giro que me hizo quedar con la boca abierta y por el que estuve a punto de abandonar la lectura porque me decía una y otra vez que no podía acabar así... ¡y menos mal que no lo hice! Todo el misterio del planeta, de los susurros y la parte final no es nada cliché, es muy original y os mantendrá con el corazón en un puño. Y aunque en un principio puede que no soportarais a Lila, poor pija y mimada, o a Tarver, por ir de sobrado, al final ambos se habrán ganado vuestro corazoncito. Veréis que ambos son como son por un motivo... y es que no todo es lo que parece. 

En definitiva: Un bonito libro de ciencia-ficción con una historia de amor de las de toda la vida. Un gran misterio y giros inesperados. La pega es la narración, que para mi gusto es demasiado simple; si la hubieran pulido un poco más, sería una novela redonda.

Bellotómetro:

4/5 bellotas. Muy bonito, pero la narración algo simple.