Con tu música o con la mía, de Jen Klein

¡Hola bellotitas! ¡Este calor no se va! ¿Qué hacemos? Jajajaja. Pues leer... ¡Qué triste sería todo si no!

Tïtulo: Con tu música o con la mía

Título original: Suffle, repeat

Autora: Jen Klein

Editorial: Puck (Ediciones Urano)

Páginas: 341

Precio: 12€

Edición: Tapa blanda con solapas

Sinopsis oficial: 

A ella le encantan los libros.

A él le vuelve loco el deporte.

Ella detesta los bailes del instituto.

Él no se pierde uno.

Ella lo tiene todo controlado.

Él prefiere vivir el momento.

Ella está deseando que el instituto termine para ir a la universidad.

Él está decidido a exprimir hasta la última gota de su gloria estudiantil.

No, Oliver y June no tienen nada en común. Salvo que sus madres, amigas de infancia, han acordado que compartan el largo trayecto de casa al instituto. Cada día. Y lo que empieza siendo casi una condena se convierte en una competición por averiguar quién de los dos está enfocando mejor su vida. Pero un curso da para mucho y pronto los prejuicios empezarán a saltar por los aires, a medida que la cuestión de averiguar qué es lo realmente importante se va volviendo más y más urgente… para los dos.

A ritmo de rock vintage y con aires de Cuando Harry encontró a Sally, llega una novela fresca, deliciosa y esperanzadora sobre esos años que preceden a la edad adulta, perfecta para los lectores que busquen romance juvenil construido a partir de personajes creíbles y complejos.

AGRADECIMIENTOS A EDICIONES URANO POR EL EJEMPLAR

Con tu música o con la mía es un libro que me ha recordado a Cuando Harry encontró a Sally. Podría decirse que es como una versión adolescente de la película. Sobre todo porque uno de los diálogos es prácticamente igual: Según Harry, un hombre y una mujer nunca podrán ser amigos porque en todo momento uno de los dos querrá acostarse con el otro. Pues un diálogo muy parecido forma parte de las páginas de este libro. Por la sinopsis pensé que podría ser parecido a Eleanor y Park, obra que me gustó mucho hace unos pocos años, y no se le parece, pero está bien igualmente.

La historia transcurre en un instituto. Los protagonistas están ya en su último año. June es una chica que piensa que ninguna de las experiencias vividas en esa edad contarán para su futuro. La gente que conoce irá a la universidad y acabarán perdiendo el contacto. Los posibles ligues o novios que tengan no tendrán mucha importancia porque está convencida de que el verdadero amor no se encuentra antes de la universidad. Para ella el instituto no es más que un mero trámite por el que ha de pasar antes de que llegue lo bueno: la edad en la que de verdad le sucederán cosas que se le quedarán grabadas para siempre.

Oliver es todo lo contrario. Todo cuenta. Hay que vivir cada momento, disfrutarlo, porque la vida está hecha de pequeños momentos que, sumados, hacen que merezca la pena vivirla. Tanto el instituto como cualquier otra etapa. 

Estos dos no podrían ser más diferentes y tener menos cosas en común. Y resulta que sus madres son íntimas amigas y ahora Oliver debe llevar a June en su coche hasta el instituto. Por un asunto como el de qué música escuchar (Ella escucha grupos alternativos y él solamente clásicos de los 80) empieza una divertida competición en la que, cada vez que uno de los dos se anote un punto,podrá añadir una canción a la playlist que usarán para los viajes en el coche.

Bueno, pues es un libro muy cuco, muy ameno y divertido. Los diálogos son muy ingeniosos y te ríes con ellos. La autora es una de las guionistas de Anatomía de Grey, por lo que entiende mucho de diálogos, y de verdad os digo que funcionan. 

El problema con este libro lo he tenido con su protagonista femenina. June es, sencillamente, insoportable. Es una chica cuadriculada, que no saca los pies del plato, todo tiene que ser siempre como ella dice y no se baja del burro jamás. Cabezona hasta decir basta, reúne varios de los tópicos de chica de instituto americano: Frívola, superficial y bastante creída. Le da mucha importancia a las apariencias y a cómo la ven los demás (No del aspecto físico, sino de la actitud). Es bastante cretina, como Oliver le dice en una ocasión y ella no lo niega. No es el tipo de personaje con el que pueda empatizar. Su comportamiento se basa mucho en lo cerebral y no en corazonadas o impulsos, lo que ocasiona más de un problema. Y luego está Oliver, que es un cielo. Al estar narrado bajo el punto de vista de June, le vemos como lo ve ella, y el caso es que lo ve de diferentes maneras. Primero piensa que es un chulopapas, luego que es majo, luego que es idiota, luego que... y así. De todas maneras, llega un momento en el que el lector (Yo, para enfatizar), se harta de ver las cosas como las ve ella, es decir, me harté de ella e intenté ver las cosas con mis propios ojos y no con los suyos. Y os aseguro que en ese momento el libro mejoró mucho y ella empeoró.

¿Qué más he echado en falta? Que está demasiado centrado en June y Oliver. Los padres de ambos tienen un asunto bastante importante, a mi juicio, y por el que la narración pasa muy de puntillas. Me hubiera gustado que se centraran un poco más, ya que, siendo June tan cuadriculada y pensar que nada de lo que suceda en esos años puede tener importancia en el futuro, lo de los padres no es algo tan nimio. Hubiera sido una mejor novela de haber hecho hincapié en ese aspecto. Pero, pese a todo, el mensaje final del libro es que no todo es como pueda parecer. Por supuesto que June estaba equivocada en su manera de pensar y ella misma se va a dar cuenta, aunque por el camino me hayan dado ganas de darle cuatro gritos unas cuantas veces. 

Bellotómetro:

3/5 bellotas. Muy entretenido, pero su protagonista no me ha convencido.