El mar de la tranquilidad, de Katja Millay

Hola bellotitas! ¿Qué tal? Yo ya he acabado mis clases y estoy esperando los exámenes. A ver qué tal :) De momento, va la reseña de un libro que me ha costado bastante avanzar:

Título: El mar de la Tranquilidad

Título original: The sea of Tranquility

Autora: Katja Millay

Editorial: Plataforma Neo

Páginas: 446

Precio: 17,90€

Edición: Tapa blanda con solapas. Páginas cosidas y pegadas al lomo. 

AGRADECIMIENTOS A PLATAFORMA NEO POR EL EJEMPLAR

Sinopsis (Propia, sin spoilers): Nastya era una virtuosa del piano, hasta que a los 15 años un tipo le destrozó la vida y le hizo cambiar radicalmente. Ahora tiene 18 años y no ha pronunciado una palabra desde entonces. Josh perdió una por una a todas las personas a las que quería, y vive solo, dedicándose a su pasión, la carpintería. Poco a poco, Nastya y Josh irán acercándose. Sin embargo, Nastya ha estado autodestruyéndose desde los 15 años, odia a todo y a todos, y odiaría que Josh pudiera llegar a enamorarse de ella. Josh intenta descubrir el enigma que ella es, pero, ¿están ambos preparados para ello?

Reseña: El mar de la Tranquilidad es un libro que recomiendo tomárselo... pues con tranquilidad. Si eso alternando con otro. ¿Por qué? Porque sus 200 primeras páginas son un coñazo. En serio. Es lento hasta el aburrimiento. Están muy mal llevadas, y lo digo porque habiendo leído el libro hasta el final, puedo afirmar que esas 200 primeras páginas aportan mucho, pero la autora no ha sabido hacerlas amenas. De verdad os digo que era incapaz de avanzar de lo que me aburría, y en más de una ocasión pensé en abandonar el libro. Pero no lo hice. Porque estaba segura de que no podía ser un coñazo las 400 y pico páginas, tenía que haber algo más. Pensé seguir a ver si Josh y Nastya se terminaban de liar o qué. Hice bien en no abandonar, porque sobre la 200 o así comienza a tener vidilla. Y merece mucho la pena. En serio.

Nastya es una protagonista a la que he odiado con todas mis fuerzas. Es in-so-por-ta-ble. Odia a todos por el simple hecho de existir. Es muy inmadura, como bien dice su hermano en cierto momento, su mente se quedó estancada a los 15 años. Sabemos que a los 15 años le pasó algo, pero no sabemos qué. Algo que le hizo un tipo y que le destrozó la mano izquierda, truncando para siempre su prometedora carrera como pianista. Se viste con ropa que, cuanta menos tela, mejor, y se maquilla en plan gótico, para que todo el mundo piense lo peor de ella. No habla, no dice una sola palabra. Al estar el libro narrado a dos voces, y una de ellas ser la suya, sabemos lo que piensa y lo que siente, y os juro que no la aguantaba. 

Josh es un chico muy majo. Perdió a su madre y a su hermana en un accidente, más tarde a su padre, y más tarde a su abuelo. No tiene a nadie, pero no quiere compañía, le gusta estar solo. De él es la otra voz que narra la historia, y es un chaval muy noble. Me ha encantado. Es un amor. Es muy vulnerable, aunque esa fachada de quiero-estar-solo no nos deja verlo. 

Drew es el tercero en discordia, pero ojo, no es un triángulo amoroso. Es el amigo de Josh, y es el típico amigo que pretende ser gracioso y solamente logra ser imbécil. Pero en serio, que es un gran personaje. Mete mucho la pata, pero sabe cuando se equivoca, sabe reconocer sus errores y, lo más importante, no repetirlos. 

Como os decía arriba, la historia hasta la mitad es un rooooollo. Es la presentación de los personajes, en donde Josh nos va contando lo que le ha pasado y Nastya pues... bueno, pues casi que nos va escupiendo que odia al universo y tal. Pero una noche, el tontaina de Drew emborracha a Nastya y no sabe qué hacer, por lo que la lleva a casa de Josh, que vive solo y a él nadie le echará la bronca. A partir de ahí, cuando Nastya sale a correr por las noches, parará en el garaje de Josh, donde éste está dedicándose a hacer muebles. Y un día, pues habla. Así, sin más. Otro día, Josh le hace una silla especialmente para ella. Mucha tensión sexual. Además que Josh está enamorándose de ella, lo sabemos por lo que cuenta. No lo dice claramente, pero es más que obvio. Y me da pena Josh. Porque Nastya es una gilipollas que no le merece. Nastya merece estar en un psiquiátrico interna las 24 horas. Josh tiene un corazón enorme, gigante, y se enamora de ella sin darse cuenta. 

Hacia el final nos enteramos de qué fue lo que le pasó a Nastya exactamente. Y Nastya la caga mucho. Es una tía insoportable que no es capaz de pasar página ni enterarse de que por su comportamiento emo no se da cuenta de lo que tiene delante ni apreciarlo. 

Me dio mucha pena Josh. Porque sufre mucho. Sufre a lo largo de su historia personal, y vuelve a sufrir porque Nastya parece que disfruta haciéndole sufrir. O no es que lo disfrute, es simplemente que le da igual porque ella es emo y disfruta sabiéndose jodida por haberle jodido la vida a otros. Él lo pasa realmente mal, y me dio mucha pena porque no se lo merece. 

El final me ha gustado, quizás pelín previsible, pero bueno y correcto. 

El libro en sí está muy bien narrado. Salvo las 200 primeras páginas que son un coñazo. Pero cuando ya empieza a haber sentimientos pululando entre ambos, es muy bonito. Si es que ya os lo digo: Josh es amor. Lo es cuando narra y lo es cuando Nastya habla de él. De Josh no puede salir ninguna cosa fea. 

El libro os gustará si os molan las historias de dos personas destrozadas que se encuentran y se ayudan el uno al otro. Si estáis buscando algo diferente u original, ya os digo que este no es vuestro libro. Al igual que si buscáis una historia de amor, os digo que merece la pena la segunda mitad, pero que para leerla hay que pasar impepinablemente por las 200 primeras páginas. Lo ideal, como os decía al principio, es que lo alternéis con otro y cuando la historia coge vidilla lo leéis del tirón.

Bellotómetro:

3/5 bellotas. Muy bonito, pero las primeras 200 páginas son para quemarlas.