Título: Segundas oportunidades
Título original: Landline
Autora: Rainbow Rowell
Editorial: Alfaguara juvenil (Penguin Random House)
Páginas: 376
Precio: 16,95€
Edición: Tapa blanda con solapas. Papel de mala calidad.
AGRADECIMIENTOS A PENGUIN RANDOM HOUSE POR EL ENVÍO DEL EJEMPLAR
Sinopsis (Propia, sin spoilers): Georgie y Neal están casados y tienen dos preciosas niñas. Su plan para las navidades es coger un avión y pasarlas con la familia de él, pero unos días antes, las cosas se complican: Georgie debe quedarse en casa ya que le ha surgido la oportunidad laboral que lleva esperando toda su vida. Neal, dolido con ella, no cambia sus planes y deja sola a Georgie. Ella sabe que las cosas entre la pareja no van todo lo bien que podrían ir e intenta hablar con su marido por teléfono. Sin embargo, cuando lo hace desde el aparato de la que era su habitación cuando estaba soltera, Georgie descubre que el Neal que le está contestando no es el de ahora, sino el de cuando eran novios.
Reseña: Eleanor y Park me encantó, me emocionó, me llegó a la patata. Fangirl, a pesar de que sus personajes eran muy carismáticos, no terminó de convencerme. Con Segundas oportunidades me ha pasado algo parecido. Me explico: Tiene personajes muy bien construidos y dibujados, sus personalidades son muy claras y te identificas fácilmente con ellos. Sin embargo... creo que le falta algo y no sabría explicar muy bien qué es.
Es un libro que sucede en la época navideña. Georgie y Neal son un matrimonio con dos niñas pequeñas. Georgie trabaja como guionista de sitcoms que no terminan de despegar y espera la oportunidad de ser reconocida, oportunidad que llega entonces. ¿Cual es el problema? Que desde hacía ya varios meses Neal había planeado con mucha ilusión que los cuatro pasaran las fiestas con su familia, en otro estado, muy lejos de California. Georgie trata de explicarle que es la oportunidad de su vida, lo que siempre había deseado, pero Neal está cansado. Cansado de ser él quien siempre cede, el que siempre pierde, el que se fastidia, en una palabra, el pringao. De modo que le dice bien claro a Georgie que lleva planeando y soñando con esa escapada varios meses, y que no, que esta vez no. Que ella haga lo que quiera, pero que él y las niñas se van. De modo que Georgie los ve marchar. Su cerebro le dice que ha hecho lo correcto, que por fin va a prosperar, pero su corazón sabe que no. La cara de dolor de Neal lo decía todo. No llegan a pelearse ni a tener una bronca apoteósica, pero las cosas van mal entre ellos desde hace mucho y ahora ya no hay donde esconderlo.
Durante esos días, Georgie trabaja y trabaja, intenta quitarse de la cabeza lo que ha pasado pero no lo consigue. La casa, vacía sin Neal y las niñas, se le viene encima y por eso decide pasar esos días con su madre, quien da por hecho que Neal la ha dejado. Georgie intenta hablar con Neal cada día. Lo llama al móvil, pero siempre está apagado o en manos de alguna de las niñas. De modo que rescata de su habitación juvenil el pequeño teléfono de rueda, de cuando era adolescente, y llama al fijo de la casa de su suegra para ver si así consigue hablar con su marido. La sorpresa vendrá cuando se de cuenta de que el Neal que contesta es el Neal de 1998, de cuando eran novios. De ese modo vamos a ver multitud de flashbacks: de cómo se conocieron, se enamoraron, anécdotas de cuando eran una parejita feliz, de cuando él se pasó toda la nochebuena al volante para poder pedirle matrimonio la mañana de navidad, el nacimiento de las niñas...
Vamos a entender el dolor de Neal. Siempre es él el que cede; lo ha sacrificado todo por Georgie: su trabajo, la vida en su estado natal a cambio de un estado que odia, todo. Y está harto de ver cómo Seth, un compañero de trabajo de Georgie, se acerca demasiado a su mujer, sin que ella de importancia a este hecho con la excusa de que son amigos.A cambio, tiene un par de niñas encantadoras, pero una mujer que nunca está. Neal está muy dolido por lo que ha llegado a convertirse su vida, y el que Georgie prefiera pasar unas fechas tan señaladas como las navidades, y sabiendo la ilusión que él tenía en pasarlas con sus padres, trabajando con Seth, es la gota que colma el vaso. El golpe definitivo para el pobre Neal. Sin embargo, también vamos a entender a Georgie, y por qué actúa como actúa. Adora a Neal y adora a sus hijas, pero las conversaciones con el Neal del pasado le hacen ver que ella no le hace feliz y que casarse fue un error.
Gracias a que el libro está narrado en tercera persona, vamos a entender a ambos personajes y todo lo que pasa por sus cabezas. El libro está centrado fundamentalmente en Georgie, pero hay muchos flashbacks y conoceremos muy bien a Neal, e incluso a Seth.
Como no podía ser de otra manera, las navidades son esa época de los milagros en la que todas las cosas bonitas suceden de la manera más bucólica y emotiva posible. Las conversaciones con el Neal del pasado hacen que Georgie reflexione mucho, muchísimo, y tome una decisión. Cual, pues... os lo podéis imaginar, pero no diré nada, solo que se veía venir de lejos y en el fondo me alegro de que acabara así.
Hay una cosa que me choca muchísimo y es que hayan catalogado este libro como juvenil, cuando no lo es en absoluto. Una pareja (Y con niñas, además) que pasa por dificultades en su matrimonio no creo que sea lo que los jóvenes de hoy estén deseando leer. En su país de origen era literatura adulta, así que no sé por qué aquí no han hecho lo mismo. Para mí ha sido un error.
En definitiva, Segundas oportunidades es lo que dice su título. Es un libro para adultos, con problemas de adultos, el principal es saber diferenciar lo que es más importante cuando te hallas en una encrucijada como la de Georgie. Y es que, y esto lo dice una mujer casada, el matrimonio no es sencillo, pero es muy gratificante, por lo que hay que saber mantenerlo. No salvarlo cuando está al borde del abismo, sino intentar que nunca se llegue a ese borde. Soy de las que opinan que, mientras no haya cuernos ni violencia, son más las razones que empujan a un matrimonio a estar unidos que las que los empujan a separarse. Esto que cuentan en el libro es muy real, muy de matrimonio y muy de hoy en día. Nada que ver con los enamoramientos adolescentes o las historias juveniles, que no es que sean mejores o peores, simplemente, son otra cosa, o como dicen los americanos, juegan en otra división.
Bellotómetro:
3/5 bellotas. Muy real, muy bonito y bucólico, pero esperaba más.
¡Hola!
ResponderEliminarEleanor y Park también me llegó a la patata xD
Tengo esté libro pendiente para leer esté mes por todo eso de que transcurre por
estás fechas.
Un beso♥
Pese a todo, creo que aún quiero leerlo.
ResponderEliminarGracias pro tu opinión :3.
Tengo ganas de leerlo, a ver que me parece a mi!
ResponderEliminarBesos
No espero que sea como Eleanor and Park ( que me encantó también), pero tengo ganas de leerlo y espero que me guste. Gracias por la reseña.
ResponderEliminar¡Un beso!