domingo, 29 de abril de 2018

Edenbrooke, de Julianne Donaldson

¡Hola, bellotitas! ¿Cómo va esta recién entrada primavera? Yo vengo con un libro que es, pues... muy primaveral, sí. Pero que ha sido para mí una decepción absoluta:


Título: Edenbrooke
Autora: Julianne Donaldson
Editorial: Libros de seda
Páginas: 417
Precio; 19,95€
Edición: Tapa blanda con solapas

Este libro fue publicado en 2014 y, al poco tiempo, las redes y blogs se fueron llenando de reseñas muy positivas. Que si era precioso, maravilloso... la gente no dejaba de alabarlo y de suspirar con él. Pues por eso me hice con un ejemplar. Fue en un 3x2, porque anda que no son caros los libros de esta editorial, 20 eurazos que cuesta... y luego dejaron de hacer 3x2, pasando a hacer 4x3, y yo dejé de comprarles XDDDD con sus precios ya me cuesta pagar dos, pues imagínate tres. Bueno, que me voy por las ramas. El libro estuvo esperando en mi estantería varios años hasta que me decidí por fin a leerlo. Y qué decepción, señores, vaya chasco.
Tal vez la culpa fue que acababa de leer un libro ambientado en la misma época, Flores en la tormenta, y me había parecido precioso. Esperaba encontrarme algo similar, teniendo en cuenta las valoraciones tan positivas que tiene Edenbrooke, y... buf. Salió perdiendo y por mucho.
Una cosa que quiero aclarar es que este libro no es romántica adulta, por mucho que en su web lo vendan así. Es una novela juvenil. Ambientada en el siglo XIX, sí, pero juvenil. Recomendado para niñas de unos 16 años que quieran iniciarse en la romántica histórica con algo simple, pero no para las que queramos historias un poco más complejas que nos roben el corazón.


Me explico. Marianne es una joven casadera cuya madre ha muerto y que ha sido enviada a Bath con su abuela. A ella no le gusta la ciudad. Adora el campo, los paisajes, la naturaleza. Por eso, cuando recibe una invitación para pasar una temporada en Edenbrooke, una magnifica vivienda en la campiña inglesa, no puede ser más feliz. Por el camino un salteador de caminos atacará su carruaje y en la posada más próxima conocerá a un joven llamado Philip, descarado, arrogante y atrevido. Cuando ella se presenta y le dice a dónde se dirige, él se muestra sorprendido y no le da ningún dato sobre su persona. Todo es un secreto. Pero al día siguiente Marianne llega a Edenbrooke, y resulta que es Sir Philip, el heredero de la casa y del título. Algo que yo ya me vi venir. ¿Para qué ocultar su nombre si no? Tras esta primera sorpresa que para mí no lo fue, vemos pasar los días y a Marianne y Philip cada vez más cercanos. Disfrutan con la compañía del otro, pero a Philip le encanta meterse con ella, burlarse de ella y dejarla como una chica inocentona y crédula. Ella, aparte de enfadarse, poco más hace. Le llegan rumores de que Philip es un libertino, un seductor, un rompecorazones. Y Marianne interpreta que él quiere que ella sea la siguiente conquista de su larga lista, algo que ella no está dispuesta a consentir. Pues los siguientes capítulos son los devaneos de los sesos de Marianne para sacar a Philip de su cabeza, intentar autoconvencerse de que él no la ama, y por supuesto negar la evidencia. Porque está más que claro que ella está colada por él, pero antes muerta que admitiéndolo. Y entonces aparece Cecily, la hermana melliza de Marianne. Ambas hermanas no podían ser más diferentes. Cecily ansía cazar a Philip por su fortuna, pero una vez casados, coquetear con otros que le interesen más. Marianne no lo comprende, pero como quiere mucho a su hermana, desea facilitarle el camino hacia Philip y se quita de en medio. 


Y es que la obra es simple, demasiado simple. Son dos personas que se quieren pero que les cuesta admitirlo. Rumores y malentendidos, total para que al final acaben juntos, como es obvio y predecible. Hay hacia el final una pequeña aventurita con una dificultad y un malo añadido, pero la verdad es que tampoco consiguió eso atraer mi interés. Para mí era demasiado evidente que todo iba a acabar bien, que la heroína sería rescatada sin mayor dificultad. Y es que es otra gran pega de esta novela: No hay dificultades. Todo es demasiado fácil. Tan fácil que resulta predecible, no hay sorpresas. Philip es el tipico chico malo, pero versión siglo XIX. Le gusta picar a Marianne y ella, como es bastante ingenua, cae en todas y cada una de sus bromas. Hasta somos testigos de una pataleta, tal cual, literalmente. Como si fuera una niña pequeña. 
Aparte, no he llegado a entender el lazo que une a las dos hermanas. Si bien Cecily es la mayor, por 7 minutos de diferencia, no he conseguido entender cómo Marianne siempre debe ceder ante ella y quitarse de en medio. No porque Cecily se lo ordene, sino porque ella lo quiere así. Empezó con una muñeca cuando eran pequeñas: Como Cecily la quería, pues Marianne ya no. De hecho es que ni tocarla quiere. Pues con Philip igual, si Marianne ve que a su hermana le interesa, ella se quita, aunque esté enamoradísima. Eso es tener poco amor hacia una misma, ¿no? 
En resumen, que tanto Philip como Marianne me han caído muy mal, no he conseguido conectar con ellos en ningún momento, y la historia es tan evidente y predecible que no ha conseguido sorprenderme ni llamar mi atención en un sentido positivo. 
Le pongo dos bellotas y no una, porque por un lado me da pena, y por otro, para darle una bellota tendría que haber sido horrible, y bueno, no es tan malo. La pluma es ágil y se lee bien, así que, dos bellotas. No llega al aprobado.

Bellotómetro:

2/5 bellotas. Aburrido y previsible. 

1 comentario:

  1. Qué lastima. Fíjate que yo lo tenía en la wishlist porque, como a ti, el éxito que tuvo me llenó de curiosidad. Pero te leí por facebook y ahora tu reseña y, definitivamente sabiendo que es para un público juvenil, no lo quiero leer.
    Un beso.

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¡Comenta, bellotita! Me hará mucha ilusión *^__^*

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