En cuanto leí la sinopsis del libro, supe que tenía muchas papeletas para gustarme. Lo que no esperaba era encontrarme un libro tan sumamente divertido, entretenido y que me enganchara así. Lo he devorado. ¡Me ha durado dos días! Muchísimas gracias a Titania por enviarmelo.
La protagonista, Frankie, trabaja en una librería. Adora los libros, y Jane Austen es como su diosa. Afortunadamente, no vive solo de clásicos, porque a lo largo del libro podemos encontrar alusiones a obras recientes como Outlander, El jinete de bronce, El alquimista... Y el trabajar en una librería es ideal para ella. Sin embargo, es un tanto especialita, porque tiene la fea divertida costumbre de juzgar a la gente por los libros que lee. Pensamientos del tipo ¿Cómo puede una persona como esta leer un libro de estos? ¡Puaj! son habituales en ella. Como es lógico, su vida amorosa es nula. Así que se le ocurre un plan: Irá dejando en el tranvía uno de sus libros favoritos para que alguien lo encuentre, y si lo lee y le gusta, en las últimas páginas encontrará un mensaje para que le mande un email y concertar una cita. Al mismo tiempo, abre un blog contándolo. Y a partir de aquí se van a suceder toda clase de esperpénticas citas. Desde la lesbiana hasta el acosador, pasando por el chico sosete, el llorón por la ex, el macizorro brasileño... Pero el que a lo tonto va colándose en su vida será Sunny, a quien conocerá de casualidad y que sus libros favoritos son... ¡Horror! Los juegos del hambre, Bajo la misma estrella, Divergente, Eleanor y Park, El corredor del laberinto, Crepúsculo... y toda la literatura juvenil en general. Justo los que Frankie detesta con todo su ser. En principio Frankie se niega a salir con un tipo así, ¡ella no quiere un inmaduro, ni un adolescente atrapado en un cuerpo de 30! Pero, claro... ya os podéis imaginar que de poco le va a servir negarse a la evidencia.
Aun así, lo que he contado es la punta del iceberg. Este libro es más, mucho más. Frankie tiene una madre a la que le va el rollo hippie-zen-yoga-chakras y que tiene un estilo de vida totalmente diferente al suyo. Por otro lado, su mejor amiga, Cat, está embarazada y no deja de meterse -y meterla- en problemas, acusando a sus hormonas del embarazo. Resulta además que Cat tiene su propia historieta y sus propios problemas, y de verdad que no tienen desperdicio, pero si queréis saberlos tendréis que leer el libro.
El libro alterna la narración en tercera persona desde el punto de vista de Frankie con las entradas de su blog, en primera persona y narradas de una manera muy irónica (especial atención a los comentarios de los visitantes del blog... no tienen desperdicio), y con mensajes de móvil y notificaciones de redes sociales. Todo eso le da mucha vida al libro. Las páginas se me pasaban sin apenas darme cuenta.
En un principio Frankie puede caer mal porque es una chica muy pija y snob. Eso de juzgar a los hombres por los libros que leen es muy... raro, sí. Pero del mismo modo que no hay que juzgar un libro por su portada, no hay que juzgar a una persona por sus gustos literarios. Y ese viene a ser el mensaje del libro. Frankie aprenderá a lo largo de esta experiencia, y sobre todo aprenderá a conocerse a sí misma un poco mejor. Por otro lado, por muy snob que sea, es tan patosa y tan atolondrada que es imposible que caiga mal por mucho tiempo. Las situaciones en las que se mete son para rodar de la risa.
Por cierto que el libro no es solo una historia de amor desenfadada y divertida, es toda una declaración de amor a los libros. Tanto clásicos como modernos, tanto juveniles como adultos, de cualquier nacionalidad (¡Sí, España también! Y no con el Quijote, sino con Carlos Ruiz Zafón). Hasta las aventuras de Winnie the Pooh tienen su hueco aquí.
Necesito que este libro se adapte al cine. Esto es carne de comedia romántica pura. Y, ya puestos, seguro que la libroadicta de Emma Watson daría bien el pego de pijilla metepatas.
Por cierto, una curiosidad: se desarrolla en Melbourne, Australia. Cuando la inmensa mayoría de libros de este tipo suceden en EEUU, encontrar unos personajes que no sean tan americanos y perfectos es todo un soplo de aire fresco.
Bellotómetro:
5/5 bellotas. Divertisísimo. Quiero más libros así.
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