¡Hola, bellotitas! En nada acabamos el año. ¡Ha pasado rapidísimo! ¿Habéis leído mucho? ¿Habéis descubierto autores nuevos? ¿O libros que habéis querido tirar por la ventana? Alguno de esos he tenido yo también...
¿Por qué quise leer este libro? Porque La Bella y la Bestia es uno de mis cuentos favoritos, y este en concreto llevaba el sello Disney, con lo cual imaginé que estarían esos personajes adorables y que la historia sería, pues... distinta a lo que ha resultado ser ^^U
Reseña: (Aviso que contiene algunos spoilers)
Pues sí. Esta podría decirse que ha sido mi cara cuando cerré el libro. Porque, una vez más, la palabra ha sido DECEPCIÓN. Pensaba que, al tener el sello Disney, sería distinto. Que no me encontraría una Bella a la que le mola perderse por el bosque a cazar, a un padre obsesionado con la bestia o a una bestia malvada y chantajista (cofcofcazadoscofcof). Aquí tenemos a esa Bella a la que le encanta leer, en ese pueblo en el que nunca pasa nada y con unos vecinos para quienes ella es la rarita; a su padre inventor un pelín chiflado; a Gastón, ese cazador con mucho músculo y poco cerebro; a Lumiere, Dindon, la señora Potts... a todos los que amamos los que hemos visto la peli de Disney.
Además, la historia se entrelaza con una en el pasado que cuenta cómo Maurice (el padre de Bella) conoció a la que sería su mujer y madre de su hija. Una historia muy bonita, todo sea dicho. Desde el principio se van alternando ambas historias, la de Rosalinde (madre de Bella) con la de Bella. Esta última empieza como la peli, con ese paseo por el pueblo donde Bella visita la librería y va saludando a todos sus vecinos mientras ellos murmuran que es una chica muy rara.
La historia de Rosalind y Maurice me ha parecido preciosa. En ella, vamos a ver que las rosas tienen mucha importancia, y entonces me venía a la mente la rosa que la bestia guardaba en el ala oeste. Los vemos enamorarse, casarse... Es preciosa esa parte.
Rosalind es una charmante, es decir, un ser con magia. Y en el pueblo, este tipo de seres no están bien vistos. No solo hechiceras y magos, sino también criaturas como las hadas, los faunos, etc. Los reyes no hacen nada por detener a aquellos que los odian ni para investigar las misteriosas desapariciones, y es después de muchas complicaciones y bastantes infortunios cuando Rosalind lanza un hechizo sobre el castillo, que convierte al joven príncipe en una bestia y a los sirvientes en objetos.
Y también, como los capítulos de los dos hilos narrativos se alternan, es cuando sucede la escena que va a marcar el final del parecido con la película de dibujos:
Tras esto, ya nada será igual. Porque, al tocar la rosa, esta se destruye y con ello la bestia y los demás quedan condenados de por vida. Por otro lado, Bella tiene una visión y en ese momento sabe que la hechicera es su madre, a la que no ha visto desde que era un bebé. A partir de ahí, intentarán encontrar una salida para dar con su madre y que sea ella la que deshaga el hechizo.
Desde ese momento, el libro se me hizo cuesta arriba. Bella y la bestia dan muchos palos de ciego, para que encuentren algo que realmente les sirva dan miles y miles de vueltas. Ya nada es como en la peli. Y cuando digo nada, es NADA.
Esta maravillosa escena NO ESTÁ.
ESTA TAMPOCO.
Y, aunque parezca mentira, este NO ES EL MALO.
Simplemente es un cabeza hueca.
Toda la trama sucede en unos 3 días, más o menos. Y en tres días... ¿Puede una pareja enamorarse? Bueno, depende de a quién le preguntemos (Aladdin y Jasmine sí que fueron rápidos en ese sentido), pero, desde luego, a Bella y a la bestia les costó bastante más. En la película fueron como unos 6 meses los que pasó encerrada en el castillo (se nota si veis que al empezar es otoño, después hay nieve y cuando acaba llega la primavera). Entonces... ¿Instalove? Pues, eh... no, amigos, entre Bella y la bestia no hay instalove. Ni instalove, ni ningún tipo de love.
OLVÍDATE DE ESTO.
La bestia se supone que era un tipo consentido, con mucho genio, que no sabía controlarse, egoísta... etc etc. Y que, gracias a Bella, aprende y cambia. Esta bestia, pues... gruñe, también tiene mal humor, pero desde luego que no pega un cambio brutal que enamora a Bella. En los tres días que pasa, aprende un poco a controlar su genio. Punto.
Y lo puse en el gif más arriba, pero... ¡Gastón no es el malo! Increíble, pero cierto. Sale, sí, y también sale Le Fou, y las trillizas rubias (con nombre y todo!), pero su parecido con el de la peli acaba cuando acaba esta escena:
El malo de esta historia no es Gastón, de hecho, él incluso hace algo bien (no diré qué). No os revelaré quién es el malo, casi mejor que lo descubráis por vosotros mismos, pero desde el momento en el que se revela, la historia toma unos tintes que a mí se me hicieron desagradables. De hecho, no sé cómo Disney dio el visto bueno y puso su sello a este argumento, porque la parte final ya no solo es que no se parece para nada a la de la película, sino que es bastante perturbadora. Al menos, para mi gusto.
Ni qué decir tiene que no me ha gustado. Me ha gustado ver a la señora Potts, Lumiere, Dindón, Chip y el resto, que son tan adorables como en la peli (casi todos, al menos durante la primera mitad). Me ha gustado leer la historia de amor de Maurice y Rosalind, que es muy bonita. Y el famoso giro, que lo anuncian ya en la portada, no me molestaba, pero sí lo que deriva de él, que convierte la historia en algo totalmente diferente a como yo lo conocía. Por no hablar del final. Por favor, el final... Si ya que no se enamoraran me pareció una patada suprema a la historia, hay otro detalle más que no sucede (shhh) y que me dio bastante rabia.
Si sois fans de la película de Disney, ya sea de la animada o la de Emma Watson, huid de este libro. Quedaos con el argumento y los personajes tal y como los conocéis, porque, aunque este libro lleve el sello Disney, no es para niños ni para fans de la peli.
Bellotómetro:
2/5 bellotas. El principio bien, pero el medio es aburrido y el final desagradable.
¡Hola!
ResponderEliminarPff pues vaya... en fin, eso de que pase en tres días desde que la Bella y la Bestia se conocen y que encima la Bestia ni siquiera cambie tanto... que es lógico, ¡porque en 3 días no da tiempo a nada! ¿Y Gastón no es el malo? Ay ay ay que desastre ajjaja
¡besos!
Sigo queriendo leerlo XD, estoy con el de la Bella durmiente de esta misma serie y aunque no es perfecto tiene cosas interesantes...
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