Dentro de poco se nos acaba el año. Y nada mejor que acabarlo con unas cuantas lecturas de esas que te hacen quedarte con una sonrisa, como esta:
Sinopsis: Cuando Jade decidió pasar el verano en California con su tía, creía saber dónde se estaba metiendo. Pero nada podría haberla preparado para Quentin. Nunca ha vivido mucho tiempo en suburbios, y aun así Jade sabe que su irritante (e irritantemente mono) vecino implica P-R-O-B-L-E-M-A-S. Por su parte, cuando Quentin descubre que Jade tiene la intención de pasar el verano en casa leyendo libros, organiza otros planes. Salir a hurtadillas, quedarse despiertos hasta tarde o incluso nadar a medianoche; Quentin se ha propuesto ofrecerle a Jade días —y noches— para recordar.
Pero a pesar de sus perfectos encuentros, cada vez que Jade intenta acercarse, Quentin se aleja. Está claro que guarda un secreto, y Jade está decidida a descubrirlo.
Reseña: ¡Qué libro tan bonito! Me ha sacado de una apatía lectora que tenía últimamente, y eso ya es mucho, no todos los libros pueden decir eso. Lo primero que he de decir es que este libro te lo lees sin apenas darte cuenta; empiezas y las páginas se pasan solas. La pluma de la escritora es muy, muy amena y entretenida. La historia se nos presenta narrada en primera persona por Jade, nuestra joven protagonista. Ella ha pasado toda la vida viajando de un lado para otro con su madre, que toca en un grupo musical, pero este verano está dispuesto a pasarlo como una chica estadounidense normal. Y, de paso, conocer a su padre biológico, al que le ha seguido la pista. El muy... capullo abandonó a su madre en cuanto se enteró de su embarazo, pero Jade quiere conocerle.
Respecto a los personajes, están todos muy bien definidos. No hay muchos, como a mí me gusta, por lo que no hay riesgo de perderse entre decenas de nombres. Jade es nuestra protagonista y es una chica que parece tener las ideas claras, pero que iremos viendo que no tanto como ella cree. El contrapunto lo pone Quentin, su vecino, guapo y muy majo. Al principio tendrán un encontronazo bastante desagradable, pero luego veremos que es un pedazo de pan. El resto son secundarios: los tíos de Jade, la madre, algunas chicas conocidas de Quentin... De entre todos ellos, destaco a la madre de Jade. Es maravillosa, una madre buenísima que sabe bien lo que necesita su hija en cada momento.
El libro gira en torno a Jade y Quentin, pero a medida que avanzamos, vemos que hay una tal Blaire de la que nadie quiere hablar y que formó parte de la vida de Quentin. Es un secreto que da pie al colofón del libro (y que no pienso desvelar). Yo no me lo vi venir y me gustó mucho que metieran ese punto adulto en un libro que a priori parecía 100% adolescente. Respecto a Jade, la veremos evolucionar a lo largo de ese verano. Conocer a su padre marcará un antes y un después en su vida, y mi conclusión es que, por mucho que le duela, se parece a él un poco en su forma de ser. Pero, por fortuna, la mitad de sus genes son de su estupendísima madre. Jade aprenderá a aceptar a las personas tal y como son y a no huir o salir corriendo cuando las cosas se complican.
Romance juvenil, tardes de sol, risas... Todo eso os espera en este libro. Está muy en la linea de los de Stephanie Perkins o Kasie West; si os gustan estas autoras, os gustará este libro. Es dulce y ameno. No esperéis ningún giro asombroso o increíble, porque la hsitoria es simple, pero precisamente en su simplicidad está su belleza. Una trama más enrevesada lo hubiera estropeado. A mí me sacó de una apatía lectora y me dejó con una sonrisa en la cara, así que lo recomiendo mucho si buscáis un libro bonito y sin complicaciones.
Bellotómetro:
4/5 bellotas. Muy bonito.
Veo que te ha gustado mucho,lo tengo pendiente, espero que me guste tanto como a ti...
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